Madrugadas de destellos
se escapan con la calma
de tu mirada.
Acaricias mi cuerpo
rompiendo el espacio
del silencio.
El viento abraza
los latidos de aquel
reloj que libera
los suspiros de un sueño.
Me abandono.
El recuerdo
captura el preludio
de una sinfonía.
Camino hacia el interior
desnuda.
Sola,
aguardo las sensaciones
que florecen
y se diluyen .
Memoria.