la agonía de los años hace eco en el presente, cuando somos niños deseábamos ser adultos, ahora siendo adultos cuanto añoramos volver a convertirnos en niños, la vida es así y el tiempo no se detiene, nos congela el pensamiento y sentimos que el tiempo se acelera, realmente el tiempo sigue su curso como siempre, pero nosotros no somos los de siempre, cada instante que dejamos de vivir y nos dedicamos a pensar, perdemos paralelamente la noción del tiempo, los desdenes de la vida nos agobian nos oprimen y nada es igual, que fácil se miraba de niños ser adultos, como añorábamos tener nuestra tarjeta de identidad, ahora siendo adulto como admiramos a los niños divirtiéndose, deseando estar en su lugar, pero hay que seguir.
Hay soluciones fáciles y sencillas en esta vida, al final nunca te olvides de vivir, no por ser hombre o mujer debes aferrarte a tu presente, realmente no lo creo, aun se puede ser como un niño a la hora de divertirnos y como adultos a la hora de trabajar y resolver problemas, creo que es mi caso, vivo siendo adulto pero me divierto como un niño,sonriendole siempre a la vida, ya que no tengo razones para sufrir, pero si un millón para ser feliz, se que habremos pocas personas así, pero la clave esta en confiar plenamente en DIOS, y vivir libremente atesorando la vida como un regalo, se inteligente y astuto a la hora de planificar tu vida, encomienda tus pasos a Dios y el hará, las preocupaciones te agobiaran muchas veces, pero cuando aprendas a confiar plenamente en DIOS te darás cuenta que vivir no es difícil, la vida se vuelve difícil porque nosotros así la volvemos por no confiar por no creer, por no tener humildad, sigue en tu camino de agobio si así lo deseas, pero la salida siempre a estado ahí, porque al final siempre hay una salida para olvidarnos de la mirada perdida.