Todos hemos escrito sobre corrupción, aquí mis páginas, en esta ocasión dentro de la serie ‘Otras miradas a España’ se vuelcan datos de Transparency Internacional. En la serie Otras miradas se
vuelcan datos comparativos con otros países con el fin de permitirnos tener mejor
idea de la sociedad en que vivimos. Para valorar el grado de la calidad
democrática en España es conveniente verlo en relación a realidades de
otros
países.
En el asunto de la corrupción, una
de las más importantes referencias entre los Organismos Internacionales es
Transparency Internacional, aquí se muestran unos cuadros suyos. A destacar que
se trata de un índice de PERCEPCIÓN de la corrupción, como así lo titulan, es
fundamentalmente un índice sobre la percepción que se tiene y no tanto de la
corrupción real.
Por ejemplo en el caso español,
los índices de percepción aumentaron rápidamente desde la crisis de 2008, lo
cual no quiere decir que antes no la hubiera, simplemente la gente no tenía
percepción de ella, miraba para otro lado, o la aceptaba como parte esencial de
su vida. Por ejemplo durante el franquismo hubo una enorme corrupción, de la
que poco se apreciaba en prensa u opinión pública.
Corrupción. 1. Toda moneda tiene
dos lados.(31-10-2009)
Aparecen noticias de corrupción en todos
los medios. Gürtel en Galicia, Castilla- León, Madrid y Valencia, gentuza
variada en Mallorca, Cataluña con el católico Millet del Palau que se lleva
unos cuantos millones pero rezando, el alcalde de El Ejido, y varios casos más
en varios ayuntamientos, ahora la nueva ofensiva de Garzón, ‘Pretoria’, que
saca una trama por Barcelona.
Lo inmediato es oír por todas partes una letanía de frases sobre la basura en
la política, y que todos los políticos son iguales…pero señores, toda moneda
tiene dos lados. Que aparezcan muchas noticias sobre el tema quiere decir que
por fin vemos que se ponen medios para detener la corrupción.
Destaquemos el aspecto positivo que
muestra la situación actual, la lucha contra los corruptos parece dar frutos.
Las instituciones empiezan a tomarse en serio atacar la corrupción, que como no
podía ser de otra manera es transversal a los partidos, porque en todos lados
hay gente chunga. Pero no solo en los partidos, por favor no son ellos los
malos y los demás los buenos.
Gentuza encontramos entre los médicos,
algunos se venden a las farmacéuticas para destacar un determinado medicamento
o experimentar con seres humanos, entre los arquitectos que firman proyectos a
sabiendas de lo peligrosos o dañinos que son, entre los empresarios que buscan
especular y ganar subvenciones a todo trapo pero no producir, entre
constructoras que no ponen medidas de seguridad en las obras para ahorrar
dinero, entre polis que aceptan traficar con drogas, entre banqueros que
blanquean dinero del narcotráfico, prostitución o de ventas de armamento, entre
periodistas vendidos que falsean y manipulan noticias, o extorsionan y
chantajean, entre los curas y jefes de la iglesia, con sus pedófilos, en fin la
lista puede ser tan larga como queramos.
En las teles locales, radios, prensas
gratuitas diversas y en las calles y bares, muchas gentes vociferan indignadas,
insultan a diestro y siniestro y quieren convencernos de que antes no pasaban
estas cosas. Pero nada más lejos de la verdad. En los medios los jóvenes
periodistas, que son los únicos que quedan en activo, no tienen conocimiento
histórico, no ha lugar a la memoria, y cuesta mucho esfuerzo documentarse
adecuadamente sin tener tiempo para ello.
En los barrios son muchos mayores quienes olvidan el pasado franquista,
por vergüenza en ocasiones, o por nostalgia. Mucho defensor de corruptos hay
entre los que echan espumajos por la boca sobre la corrupción actual.
Siempre hubo corrupción donde hubo seres humanos, en todo tiempo y lugar, ahora
y en el pasado. Ya en la Roma clásica escribían sobre cómo debían actuar los
cargos públicos con los regalos. El problema de la corrupción es cómo
combatirla. A la calle expulsados de los partidos, y de los cargos públicos,
los que aceptan regalos o sobornos de tramas corruptas aunque no se pueda
probar como delitos.
Corrupción. 2. Toda
moneda tiene dos lados. (1-11-2009)
En democracia es muy difícil esconder
las cosas indefinidamente, así que sale al conocimiento público todo, o casi
todo, de cuanto sucede en los ámbitos de la sociedad, nada comparable a lo
ocurrido en nuestro pasado, en el que lo negro que ocurría en el franquismo no
podía publicarse, por eso al hablar menos de cualquier cuestión parecía que no
existían problemas.
Muchos de los que braman contra la
corrupción actual, no se preocupaban entonces por el coste de construir
cuarteles, o los mercados del franquismo. La gente no contaba nada aunque
descubriera chanchullos en el cemento de los puentes, de los bloques, o de las
presas. En Ribadelago el 9-01-59 revienta la presa inaugurada por Franco el 25
de septiembre, dos meses y medio antes. Un pueblo destruido y 144 muertos aquel
mismo día. En el juicio se dictaminó, entre otras, la deficiencia de materiales
en la construcción de la presa.
Nadie conocía por qué ese personaje tenía licencia de importador de motos
Vespas, o por qué se construyeron puertos o aeropuertos en lugares donde los
conocemos hoy. Nadie sabía qué méritos tenían quienes gobernaban empresas del
INI, o quienes contrataban con el Estado, por ejemplo vendiendo botas al
ejército, o por qué razón ese individuo ejercía de alcalde y el otro llegaba a
obispo (los proponía Franco)…
Un buen amigo, castellano, me contaba
como en su zona agraria los campesinos llevaban el grano al almacén central y
antes de ser pesado se sacaban dos paladas para el jefe del servicio. El que
protestaba, se quedaba sin cobrar nada, porque el grano era defectuoso. Ni que
decir tiene que este ejemplo, o casos muy similares, ocurrieron normalmente en
toda España durante muchos años y nunca fueron comentados por los vociferantes
de hoy.
Camiones de suministros materiales o
alimentarios dejaban un saco o caja en las puertas de la ‘autoridad
competente’, para poder seguir comerciando en el pueblo. Corrupción fue la
evasión de capitales a Suiza durante los 50. Existen datos de individuos e
importes. Las quiebras fraudulentas es uno de los métodos como la de
Manufacturas Metálicas Madrileñas que implica a Nicolás Franco. O el caso
Matesa en los 60, que dejó 10.000 millones con el Crédito Industrial, banco
público, o Sofico en los 70, que dejó colgando a miles de personas por 13.000
millones. O Redondela poco antes de morir Franco, donde desaparecieron más de 4
millones de kilos de aceite. Otro aceite, el de colza en la transición dejó
cientos de muertos y miles de afectados.
Pegado al suelo al cemento y los
ladrillos siempre hubo sinvergüenzas. Madrid, Banús, el Barrio de la
Concepción, la primera fase se construye con una densidad de 793 habitantes por
Ha, lo normal en un barrio es edificar con densidad de 200 personas/Ha.
Dejémonos de paños calientes, en la ampliación del barrio de la Concepción pasó
a 2.425 personas/Ha. Tenía autorización legal para 600 por Ha. Este ejemplo de
un solo barrio de Madrid, se extiende a muchos otros de grandes ciudades
españolas, donde se construyó en zonas verdes o sobre barro.
Corrupción también hubo en las
privatizaciones de empresas estatales a buenos precios y colocando a los amigos
del alma en los puestos de presidencia de esas nuevas compañías privadas que
eran de todos los españoles. El Tribunal Supremo acaba de reconfirmar que en
1.992 el concejal del PP Huete, siendo alcalde Álvarez del Manzano, venda la
funeraria de Madrid por 100 ptas. cuando su valor era de 1.240 millones.
Naturalmente otro caso del que sabemos poco fue el Tamayazo en las elecciones
de Madrid, pero los de Intereconomía braman contra la corrupción socialista.
También lo es, que hoy los directivos de grandes empresas españolas cobren un
70 % más de sueldo que los de las grandes empresas alemanas o inglesas.
Así que bienvenida sea la nueva etapa de
lucha contra la corrupción, por fin algo serio. A por ellos, a la cárcel.