Chiflón
Cortarramas (hembra)
Carpinterito común (hembra)
Sietevestidos serrano
Varillero congo (macho)
Viudita blanca
Monterita cabeza negra
Chingolo
Golondrina parda
Pasamos quizás más de una hora en el vado porque había bastantes especies interesantes, entre ellos chororó que pudimos ver fugazmente y lograr una foto muy mala, pepiteros, tiránidos varios entre otros.
Luego fuimos rumbo al mirador de aves y en el camino se veían aves en los árboles que flanquean las calles, algunos pudimos fotografiar ya que no siempre es fácil.
Picaflor bronceado
Inambú común
Tijereta
Cortarramas (macho)
Ya en el mirador de aves el ambiente cambia y da paso a un suelo más salitroso, con diferente vegetación y aves también; como las orillas son menos perturbadas se ven más aves de estos ambientes, aunque de todos modos los árboles crecen hasta 100 metros de la costa y algunos montes todavía permanecen en pie. En la orilla y en el agua proliferan aves en cantidades, las típicas de cuerpos de agua hipersalinos, varias de ellas son aves playeras migratorias de ambientes costeros marítimos.
Chinchero grande
Churrinche (hembra)
Churrinche (macho)
Carpintero blanco
Torcaza
Jilguero dorado (macho)
Gallareta ligas rojas
Cuervillo de cañada
Gaviotín lagunero
Flamenco austral
Pato gargantilla
Hornero
Pato de collar (hembra)
Garcita blanca
Torcacita común
Jilguero dorado
Cuclillo chico
Naranjero (hembra)
Corbatita común (macho)
Naranjero (macho)
Desde el mirador
Hornero custodiando el nido
Jilguero dorado tratando de ocupar nido de hornero
Mirador de aves
Ya de vuelta en Miramar recorrimos la costanera y nos detuvimos a tomar algunas fotos sin saber mucho que hacer ya que nos pensábamos ir rumbo a las sierras de Córdoba previo paso quizás por un camping cerca de Miramar a orillas de una laguna. Al pasar por la costanera vimos un hospedaje muy atractivo de fachada y nos dijimos que lindo sería poder estar ahí y quedarnos un día más, con vista a la laguna. Decidimos preguntar el precio y nos pareció accesible y allí fuimos, se llama Apart La Aldea.
Ya contentos con este hospedaje y con las condiciones del tiempo que dieron paso de muy nublado a algo soleado aumentó la temperatura, recorrimos la plaza céntrica donde nos llamó la atención que anidaran a varios cientos de metros del agua varias garcitas azuladas que incluso cazaban pequeños animales acuáticos en una fuente, en el centro mismo del parque. Pasamos también por la oficina de turismo y nos gustó lo prolijo que está esa zona y el enorme cartel en forma de flamenco.
Rayador y gaviota capucho gris
Rayador y gaviota capucho gris
Rayador
Garcita blanca
Luego en horas de la tarde fuimos nuevamente para el sector del Gran Hotel Viena y otra vez vimos numerosas golondrinas negras, con la misma paloma doméstica que desgraciadamente estaba atascada en un postigo del hotel en el segundo piso y todavía con vida, algunos jotes cabeza negra por la cornisa y en una casa cercana una familia de chinchero grande que hicieron un lindo espectáculo en el suelo mientras se alimentaban en una propiedad cercana.
Cardenal común
Volantones de torcaza
Jote cabeza negra
Paloma doméstica
Golondrina negra (macho)
Golondrina negra (macho)
Gorrión (macho)
Tero bañándose
Chinchero grande
Paloma manchada
Lechucita vizcachera
Antes del atardecer hicimos una recorrida otra vez por la zona del vado para luego tomar un camino hacia la ruta provincial 3. Ya con el sol iluminando la vegetación destacamos la bandada de varillero congo que posaba sin temor y a la cual pudimos fotografiar a placer; luego cruzando la ruta continuamos la calle que tenía por la izquierda una larguísima hilera de eucaliptos y allí nos deleitaron con su presencia varios carpinteros campestres además de un crestudo que fue nuestro primer avistaje de la especie, aunque luego lo veríamos varias veces en diferentes puntos de la provincia, de todos modos siempre nos regocijamos con su belleza.
Carancho
Cortarramas (macho)
Misto
Carancho
Pepitero de collar (macho)
Varillero congo (macho)
Varillero congo (hembra)
Crestudo
Carpintero campestre (macho)
Disfrutamos del día de sol a sol y estábamos muy cansados con Jorgelina así que fuimos rumbo al hospedaje. Ya en La Aldea charlamos con Miguel su dueño que nos prestó dos libros sobre aves y la laguna muy interesantes que disfrutamos mientras descansábamos y nos relajábamos; el día siguiente nos esperaba con más salidas de observación y un viaje hacia la zona de las sierras que más adelante comentaré.