Nueva entrada que viene con una investigación bajo ella…
Es así como me doy cuenta que la literatura es para todos los públicos (algo que ya sabía pero que lo confirma), que la literatura juvenil la puede leer cualquier persona, que las hombres también leen romántica, que no importa el tamaño del libro mientras lo estén disfrutando, y en un lugar tan concurrido como puede ser el metro o el autobús, nos encontramos la confirmación.
¿No me creéis? Os voy a mostrar varios ejemplos; eso sí, tendréis que creeros lo que os diga porque no les iba a hacer una foto in fraganti.
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Primer y segundo caso * la literatura juvenil no tiene edad.
~ dos mujeres, vistas en diferentes días, de entre 40/50 años, leían… Adicción (Claudia Gray) y Perdona si te llamo amor (Federico Moccia). Sí, claro, el libro de Moccia no es considerado como juvenil pero suelen siempre catalogarlo para chicas jóvenes. Pues ¡ja!.
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Tercer caso * no nos asustan los libros de cientos de páginas y si realmente gustan, los llevaremos a dónde sea.~ mujer de entre 20 y 30 años, a punto de salir por la puerta al llegar el metro a una estación, tenía entre su manos… La caída de los gigantes, de Ken Follet. Podéis pensar que quizá lo acababa de comprar, pero el haberla visto situar el marcapáginas en la página que acababa de leer, rechaza esa hipótesis.
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Cuarto caso * las novelas románticas no solo las leen las mujeres.
~ hombre de unos 50 años, sentado enfrente mío, leyendo… una novela de Danielle Steel, gran escritora del género romántico. Decís que quizá estuviera leyendo una novela de esta autora pero que no fuera de ese género, ¿no? Pues la portada no decía lo mismo…
* ¿Habéis visto algún caso como éstos que os haya llamado la atención? Porque una cosa está clara, la literatura, los libros en general, no hace distinciones de ningún tipo.