Revista Erotismo
No, no seguiré. Seguirás tú.
- Nunca había…
- Ha llegado el momento.
Aparto mi boca de tu sexo. Intentas que lo bese de nuevo. Yo atrapo tu mano. La beso. Está húmeda. Como tú. La pongo sobre tu sexo. La muevo sobre él. Te miro a los ojos.
- Eres terrible.
- El pudor es un lastre.
Te tumbo sobre tu espalda. Me pongo de rodillas, sobre ti. Sigo tu ritmo. Mi mano sobre mí, me toca como si lo hicieras tú. Tu mano sobre ti, sigue la cadencia de mis caderas.
Mis ojos, siempre, en los tuyos.
El placer nos llega al mismo tiempo.
La mirada.
No hay nada más sensual que una mirada.Sigue leyendo