Mirar es una capacidad, saber ver es un don

¿Qué ves cuándo miras?

Es interesante ver a las personas a los ojos; algunas miran, otras ven lo que no están mirando.

Me gusta mirar a los ojos de las personas con las que dialogo, con las que me cruzo en la calle, con las que comparto algo en mi vida, e incluso de quienes son totalmente extraños para mí.

Me gusta mirar a los ojos a las personas que están en fotos y en las películas que contemplo; aun cuando se trata de modelos, actrices o actores muy experimentados, sus ojos dicen mucho más de lo que les indica el guion de lo que deben representar.

Los ojos de las personas, de todas las personas, son muy bellos. El ojo es un órgano magnífico. Poder mirar es una capacidad. Saber ver es un “don”.

Nuestras miradas son el reflejo de lo que somos, de lo que sentimos, de lo que hemos vivido y de lo que soñamos vivir.

Nuestros ojos reflejan si estamos felices, o si estamos afligidos; nuestra mirada refleja nuestra alegría o si padecemos un dolor.

Nuestros ojos son, al mismo tiempo, uno de los sentidos por los que recibimos lo que nos rodea, y la proyección de nuestros más profundos sentimientos.

Vemos por ellos y nos proyectamos a través de ellos. Por nuestros ojos recibimos el volumen, el color y la forma de todo a la vez que por nuestra mirada enviamos claros mensajes sobre nuestra privadísima intimidad.

Algunas miradas están “suspendidas” en algún momento pasado y otras tratan de avizorar el porvenir…

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