Nos pasamos la vida, adquiriendo compromisos de distinto perfil.
Pero sin embargo el mayor de los compromisos nos cuesta mucho (si lo hacemos) adquirir, es el compromiso con nosotros mismos.
Dejamos de observarnos, de estudiarnos para intentar conocernos un poco más cada día y así saber realmente, de verdad, lo que nos gusta, lo que no nos gusta, lo que nos hace felices y lo que no.
Si fuésemos capaces de hacerlo encontraríamos el equilibrio y mentalmente cuanto menos estaríamos mucho mejor, no tendríamos esos altibajos que hay veces que nos deja sumidos en una nube de ignorancia completa ante nuestra persona.
Presumimos cuando decimos "Yo le conozco bien...."
Es posible que conozcamos todo aquello que la otra persona esté dispuesta a ofrecernos, muchas veces lo único que nos puede ofrecer, pues su esencia permanece oculta, porque ni ella misma la ha encontrado. Aún así es fácil en ocasiones que conozcamos a alguien más que a nosotros mismos, pues el fijarnos, el observar a esa persona hará que sepamos como es o lo que nos quiere mostrar, cosa que no hacemos con nosotros, dejándonos llevar por lo que "conviene" pero ¿ A quién le conviene? Cuando te das cuenta de que llevas toda la vida haciendo algo que no te gusta, que te llena de conformidad que no de placer.
No nos gusta ir a contra corriente, sin pensar que seguramente si lo hiciésemos todos, no seria contra corriente si no algo natural y normal.
Porque decimos cosas que nos gusta pero somos incapaces de hacer con el celebre "no puedo" ¿ Quien pone barreras?
¿Porque andamos desde....casi siempre en busca de la felicidad, cuando la felicidad está en nosotros mismos? ¿Porque la buscamos fuera y no miramos dentro de nosotros para saber lo que nos puede hacer verdaderamente felices?
Si yo os digo que he sido feliz, viendo una puesta de sol, una película, oyendo una canción o simplemente cuando he admirado a una pareja de ancianos con sus manos entrelazadas, seguramente que estas cosas a vosotros también os hace felices. Pero ¿que pueden más esos sucesos que he mencionado y que nos ha reportado un momento de felicidad o el cobrar 3000 euros, tener una responsabilidad en el trabajo que nos lleve al éxito, o tener una casa en propiedad, un coche y unas vacaciones en un buen hotel? Seguramente que me diréis que las dos cosas, la diferencia es que lo primero no cuesta nada, está puesto ahí para que disfrutemos de ello, y si un día no vemos una puesta de sol, no pasará nada. Mientras que lo segundo lo buscamos con un afán insaciable, pues cuanto más tenemos más queremos y si no lo tenemos entraremos en una infelicidad que nos proporcionamos gratuitamente.