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Mis 40 años trabajando (1977-2017)

Por Mbbp
dic
27
2017 actualidad // Coaching personal // Emprendedor // Innovación // Management & Comunicación // Miguel Benavent de B. // Personal // profesional // Tecnología

MIS 40 AÑOS TRABAJANDO (1977-2017)

Author Escrito por Miguel Benavent de B.   Comments Sin comentarios

40 años trabajando

Los inicios…

Este 2017 ha sido mi 40 aniversario trabajando, que no es poco, dados mis actuales 57 años de edad. Seguramente todo fue -y es aún- mejorable, aún queda mucho por hacer. Mi primer trabajo (o mejor dicho, emprendimiento empresarial) empezó un poco antes, a mis 15 años de edad, aunque fue 2 años más tarde cuando creamos la empresa como tal, una empresa de iluminación y sonido, “Nostock Iluminación y sonido”, con dos socios más. Uno de ellos murió ahora hace 7 años y el otro sigue actualmente con la empresa, aunque con otro nombre. No sé si fue vocación de emprendedor o la pura necesidad de costearme mis estudios y mi vida, en general. Y, aunque me ganaba bien la vida, aún así realizaba otros trabajos complementarios cuando disponía de tiempo, además de seguir estudiando, claro.

El salto cuántico

Así, en 1986 decidí dejarme llevar por mi pasión e indagué en el para entonces para mí sorprendentemente mundo de la comunicación. Dada mi dilatada experiencia trabajando y con toda mi ilusión por aprender, entré en el apasionante mundo de la comunicación empresarial. Con el tiempo, mi especialidad fue la comunicación corporativa y financiera, la entonces incipiente Responsabilidad Social Corporativa (RSC), la gestión de crisis y la formación en comunicación. Los primeros años trabajé por cuenta ajena, pero en 1990 creé mi propia agencia de comunicación, Impart Gabinede de prensa y comunicación, que abandoné en el 1999 para entrar como director de una división en una prestigiosa agencia internacional Weber Shandwick. En ese sector permanecí hasta el año 2006, año que supuso mi colofón profesional, al ser fichado por un head hunter como responsable de Relaciones Externas (un alto cargo) de una gran corporación pública, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), aunque no permanecí en ella más de 1 año. Después de media vida aprendiendo y trabajando como “outsider freelance” por cuenta propia y para multitud de clientes de todo tipo, me fue difícil adaptarme a la arbitrariedad de una gran empresa pública, donde prima la política y se penaliza la profesionalidad y la efectividad. Desde entonces y recuperando mis conocimientos universitarios de Psicología, aprendí y luego me dediqué al coaching personal y a escribir (creé mi propio blog personal, Contigomismo, en el que escribía a diario), aunque la vida me llevó a ser el director de una prestigiosa librería de Barcelona, Excellence, especializada en coaching, espiritualidad, empresa, emprendedores y otros temas similares, donde permanecí 4 años, hasta su cierre, allá por el año 2014.

Mi trayectoria

No sé si, según los presuntos expertos en RRHH, es “acertada o errónea” mi carrera profesional, solo sé que todo suma en la vida. Por el camino hubieron muchos cursos, conferencias y seminarios, algunos libros propios y otros como colaborador, infinidad de conferencias y workshops propios y ajenos, muchos eventos organizados y hasta colaboraciones en prensa o como tertuliano en la radio y TV. Ahora la veo como una intensa carrera profesional y vital, guiado por mi natural inquietud y permanente curiosidad, aderezado todo ello con mi responsabilidad y rigurosidad, profesional. Pero tal vez lo más importante de estos 40 años sea lo que queda en mi haber, más que el camino que me ha traído hasta aquí y ahora! Han quedado muchas lecciones aprendidas y otras tantas por aprender! Aunque ahora que lo pienso, aún hay muchas más por aprender, pues el mundo ha cambiado radicalmente: lo esencial permanece y lo accesorio, cambia constantemente.

Lo que hoy queda

De lo esencial me quedo con la intuición, la responsabilidad, la honestidad, la rigurosidad, la perseverancia y el sentido común. Eso me permite, cada día más, adelantarme a los cambios, incluso muchos años antes de que se hagan realidad. Aunque creo sinceramente que “siempre llego antes de tiempo”, lo que ese “defecto”, lo he logrado convertir en un valor para mí. Con la experiencia, aprendí que “lo esencial” es siempre poco “cool” y, según se mire, incluso un inconveniente en este mundo de locos, inútilmente sofisticado y lleno de supuestos expertos de todo. La intuición te lleva siempre hacia lo acertado y lo que te toque vivir, te guste o no. Ser responsable no es siempre cómodo, sobre todo cuando trabajas para los demás, pues para según quien la asunción de responsabilidad es una amenaza. La honestidad difícilmente te permite llegar a ser rico, en un mundo y un sistema que premia sobre todo la picardía, las “corruptelas” y, por tanto, a menudo la falta de ética. La rigurosidad exige autodisciplina con uno mismo y firmeza con los demás, pero no se contagia, desafortunadamente. La perseverancia es aquella cualidad que te permite llevar a cabo cualquier proyecto a pesar de las dificultades, que siempre las hay. Y el sentido común es lo que te permite usar, en las dosis y momentos apropiados, todo lo esencial. Es a lo que yo llamo la “visión estroboscópica”, o sea esa capacidad de mirar las cosas en toda su amplitud y con perspectiva suficiente, con la mente y el corazón. Eso hace que hoy me guste hacer de mentor de jóvenes emprendedores, transifiriéndoles (en lo posible) mi experiencia y aprendizajes como persona y como profesional, pues el éxito es necesariamente la conjugación de ambos. Además, en esta misma línea, siempre he creado y/o colaborado en la organización y gestión de algunas comunidades y plataformas para transmitir conocimiento, inspirar o apoyar a los jóvenes, como “Speaker’s Corner”, Jove Cambra, Apadrina un Artista, Barcelona Loves Entrepreneurs o TedxBarcelona, entre otras iniciativas propias o ajenas.

Mirando atrás

Lo que también puedo afirmar es que hoy, tras esos 40 años trabajando, no he llegado (aún) a ser multimillonario ni poderoso, ni públicamente reconocido y/o famoso, seguramente porque nunca lo perseguí. Me valora quien ha trabajado conmigo, ya fuera empleado, proveedor, colaborador o cliente. De hecho, muchos de ellos son hoy amigos! Me valora y se siente agradecido con mi trabajo quien, de alguna manera, recibió mi ayuda y se dejó ayudar, los que aprendieron de mí o me enseñaron, pues siempre fui un buen alumno. Algunos simplemente valoran de mi persona ese mix de firmeza y de vulnerabilidad, de racionalidad y de emotividad, que a veces se manifiesta en una alta autoestima y una cierta ternura, a partes iguales y según el momento. Y, sobre todo, mi gestión ante el fracaso, en todo momento y gracias a mi capacidad de ilusión y de entusiasmo en todo lo que emprendo! Y esas son hoy mis herramientas, todo lo que soy y tengo en mi haber, como persona y como profesional, pues hoy son lo mismo.

A partir de hoy

¿Dónde estoy hoy, pues? Pues creando un nuevo proyecto profesional y de vida. Empezando de 0, si lo quieres ver así. Pero un proyecto, B-Ecosystem, que integra todo lo que soy y he aprendido hasta ahora, más todo lo que aún aprenderé, en su propia construcción. Un proyecto que aúna mi dilatada experiencia y mi curiosidad por lo que aún ha de llegar, en un mundo tan cambiante como apasionante! Nuevos retos y aprendizajes, como la Open Innovation, Agile, Blockchain, IA, Big Data, como herramientas innovadoras. Con todo lo esencial de mi persona y de mi vida, pero con estrategias y disruptivas herramientas, como la economía colaborativa, para llevar la ética y la sostenibilidad a los negocios. Un proyecto para cambiar el mundo y volverlo más humano, como yo mismo ya soy y, lo más importante, hecha por y para los jóvenes profesionales del futuro.


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