Como cada año, la primavera me regala un grupete de amigos nuevos. La mar de molones, no os creáis. Me acompañan a todos sitios, y son colegas de los buenos, de esos que siempre están ahí.
Este año no podía ser de otra forma, y hace un par de semanas que dejaron las maletas en casa. Suelen quedarse toda la primavera, y llegado el verano, como saben que siempre tenemos jaleo, se marchan casi sin despedirse para no molestar.
Pasamos la mayor parte del tiempo juntos. Salimos a tomarnos unos antihistamínicos, gastar kleenex, y lagrimear un rato a ritmo de polen. Con mis amigos de primavera es difícil aburrirse, la verdad.
¿Qué me decís? ¿Tenéis amigos tan majos como estos?
¡Feliz fin de semana!