Siempre he dicho que es importante tener hobbies yo tengo dos: uno este blog y otro es el Scrapbook.
El scrapbook es el término inglés para definir un libro de recortes, es decir, la técnica de personalizar álbumes de fotografías. Al guardar recuerdos o recortes en un diario o trozos de papel de regalos se está haciendo scrapbooking.
El scrapbook o scrapbooking consiste en multitud de procesos creativos como el recorte, pegado o collage para crear una composición de memorias y recuerdos mediante tus fotografías. Este divertido pasatiempo de decorar se aplica también a cartas, poemas, invitaciones o todo aquello que te proponga tu imaginación. Partiendo de simples fotografías, se revalorizan los recuerdos con adornos de todo tipo (pegatinas, botones, cintas, papeles especiales, flores secas, remaches, hilos…) y diversos estilos, desde el más sofisticado hasta el más sencillo, dependiendo del gusto personal.
Este hobby consigue captar cada día más adeptos. Sólo en Estados Unidos se estima que existen más de 25 millones de aficionados. De hecho, es en este país donde más arraigo y desarrollo está teniendo. Recientemente comienza a estar de moda también en Europa. Aunque su origen se remonta varios siglos atrás,su popularidad comenzó hace unos 15 años.
Técnicas
Practicar Scrapbooking es practicar al mismo tiempo multitud de otras manualidades tan diversas como la estampación y el troquelado, y de todas las dificultades que van desde la más sencilla como el simple recorte de figuras hasta la más complicada como el repujado. Sin embargo, el empleo de unas y otras dependerá en gran medida del resultado final que se busca (simple o sofisticado) y de los materiales de los que se dispone.
Para empezar sólo hay que tener en cuenta una organización y diseño lógicos para que no resulte una composición demasiado recargada o difícil de entender. Ideas tan simples como seguir un orden cronológico siempre darán buen resultado, pero otras opciones como la temática, los amigos, la familia, las fiestas… son buenas alternativas.
Las fotografías se pueden colocar simplemente con marcos o bien rasgadas o recortadas en zig-zag u otras formas. Otros procedimientos más complejos serían crear composiciones de mosaicos, espirales o figuras geométricas a partir de varias fotografías.
El empleo del color y los elementos decorativos son esenciales en el resultado final. Pero nunca hay que olvidar que lo realmente importante son las fotografías y, por tanto, éstas deben ser las protagonistas del álbum y la historia que se quiera contar. Un buen método para esto es incluir etiquetas o pequeños párrafos, que describan brevemente el contenido de la fotografía a la que acompaña.
En definitiva, las técnicas más empleadas son el recorte y pegado, el rasgado, el troquelado, la estampación, la texturización, el repujado, la colocación de remaches y ojales, la costura, la confección de etiquetas y el estarcido, entre otros.
Materiales
La actividad del Scrapbooking es tan amplia como lo es la propia imaginación, por lo que no existe ningún tipo de restricción a la hora de emplear un tipo de material. De hecho, aquellos que son más creativos también son los que más suelen ahorrarse en este hobby. Pues las empresas no dejan de ver en este pasatiempo una gran inversión, ya que con el pretexto de facilitar el trabajo los productos en venta no suelen ser demasiado baratos. Se podría decir que el único requisito es emplear materiales libre de ácido, para prevenir el deterioro de las fotografías.
Los materiales más comunes suelen ser tijeras con formas, cutter, pegamento, guillotina, perforadoras o troqueladoras, cartulinas, papeles decorados, sedas, cintas, pegatinas, adhesivos 3D o strass, ojales y remaches, sellos y tinta, rotuladores, purpurinas, entre otros.
Os dejo una imagen de mi último proyecto que he terminado hace un rato. Las fotos utilizadas están tapadas porque es un menor. Espero que os guste