Revista Deportes

Mis dudas sobre lo que podría haber sido y parece que no será (los miuras en priego)

Por SubbÉtica Taurina
Hace unos días, en un post sobre lo que se está viviendo en Priego con motivo de la incertidumbre que rodea la adjudicación de la plaza de toros, me decanté, sin tapujos y a las claras, por la presencia de la ganadería de Miura para dicho el festejo de la reapertura.
Pues menuda me está cayendo con semejante defensa de las reses de Zahariche, vamos que algunos (algún día lo contaré) me han llamado medio asesino y que quiero cortar la trayectoria del torero local, Curro Jiménez, que a la sazón, parece que el más perjudicado con la presencia en Priego de los toros de esa centenaria y mítica divisa.
El miércoles, un aficionado me espetaba en el Paseíllo que, amén del peligro que encierran los susodichos, a la plaza no iría ni Cristo, por lo que el valiente empresario se arruinaría y seríamos el admerreir de medio planeta toro. Para despedirse, este señor me recordó aquello de que es muy difícil cortarle orejas a un Miura y que en Priego, somos más toreristas que toristas y lo que no sea una corrida con siete orejas y triple salida a hombros, “en Priego es un desastre”. ¡Lo que hay que oir!.
Después de semejante perorata, me fui para casa analizando las palabras de este hombre y, como llovida del cielo, me llegó una llamada de un gran aficionado que había leído en Diario Córdoba la noticia de las ofertas que se han presentado para gestionar la reapertura de Las Canteras, así como la posibilidad de que se lidiasen Miuras. La verdad que me vino de perlas, porque me hizo ratificar lo que pensaba, aunque algunos me tilden de lo que quieran y me digan una y mil veces que de toros, “tú no tienes ni idea”. Será verdad.
Pero lo que éste amigo me comentó es un nuevo argumento que apoya, más si cabe, ese deseo que albergaba, ya que Priego, su plaza de toros, aparecería a partir de ese momento como una plaza valiente, una de esas que, al menos una vez, le han dado un regalo a los amantes del toro bravo, esos que recorren media España para ver ejemplares de un encaste purista, que quieren asistir al espectáculo de presenciar en directo como esos animales van tres veces al caballo y piden guerra desde que salen por toriles. El año pasado el Lucena, con los Fuenteymbro, nos dimos un gustazo, pero está visto que tendremos que esperar más y seguir viendo toretes, aborregados la mayoría de las veces y que se van al suelo después de un picotazo, simulacro vergonzoso de una suerte de varas en serio peligro de extinción. Eso es lo que quiere el aficionado, eso es lo que quieren las figuras y ahora, parece que eso es lo que quieren para el 20 de marzo.
En fin, a lo que iba. Que me da en la nariz que en Priego nos quedaremos sin Miuras, toda vez que tengo plena constancia de que se está moviendo Roma con Santiago para que esta ganadería no sea la elegida, pese a ser una de las exigencias del Consistorio, creo que bien asesorado, pese a lo antes comentado, sobre todo teniendo en cuenta la histórica fecha de una reapertura.
Como no quiero terminar este post en plan derrotista, sólo me consuela que al menos, por unos días, hubo un cartel con Padilla, José Luis Moreno y Curro Jiménez, con toros de Miura, con el que algunos, muy pocos, también tengo que decirlo, nos estábamos relamiendo del gusto y contando los días e incluso las horas que faltaban para semejante efeméride taurina, que ya estaba dando que hablar en mentideros taurinos no sólo locales y comarcales, sino provinciales regionales y gracias a la blogosfera, en todo el planeta toro.
En fin, el tiempo dirá. Al menos me quedo con que algunos, valientes y decididos ellos, apostaron por que los Miuras vinieran a Priego, aunque luego todo se quede en eso, en una apuesta, en una propuesta, en una oferta, en una intentonta, para la que también hay que ser valiente, muy valiente.

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