Revista Cine

Mis escenas de cine asiático favoritas

Publicado el 08 diciembre 2013 por Maresssss @cineyear
in desvarios cinefilos, desvarios de una cinefila, ¿Dónde he visto yo eso? / by Elena M.S. / on December 8, 2013 at 1:35 pm /

Ayer, tras ver la película ‘De tal padre, tal hijo’ volví a decirme a mí misma que no hay nada más relajante y placentero que ver cine asiático. Esa forma de comer, de vivir con calma y tranquilidad las cosas, de ver el paso del tiempo reflejado en la vida, sin impacientarse.

Por ello he escogido mis cinco escenas de cine asiático favorito. Partes de la trama que me hacen ver que las cosas hermosas y bonitas se pueden sentir en cualquier parte del mundo y de manera diferente.

Hierro 3, el amor

Lo difícil de entender esta película son los silencios que inundan la trama. Saber que hay más amor que en aquello que se calla que en lo que se dice. Para mí, esta película de Kim kin-duk es el amor por excelencia y las ganas de sobrevivir a todo por él.

En este momento escogido se refleja las ansias de dejarse llevar por la otra persona y cómo, toda la pasión contenida fluye por una sola caricia diminuta.

Still Walking, la música

La película de Hirokazu Koreeda es tan preciosa como la canción protagonista de esta escena. En ella podemos ver reflejada los sentimientos de la anciana madre que se refugia en la letra buscando un pasado mejor. También como el abuelo, y marido de está, no quiere ser partícipe de ese recuerdo. La familia, mientras, ajena a todo, escucha la canción mientras siguen disfrutando de la cena. Una preciosa música de fondo embriaga el alma y los oídos de quien la disfruta.

Deseando amar, la poesía

Sin duda Wong Kar-wai es el poeta asiático contemporáneo por excelencia. Sus película son pura estética metafórica. En esta película nos describe un amor necesario, una sensación de ser partícipe de una historia que puede salvarnos de la desesperación.La necesidad de amar y ser amado.

Quién no ha querido cruzarse con la persona que lleva observando con cautela, con la que queremos hablar y no nos atrevemos. Observar y amar en silencio como respuesta a un desamor que hiere.


Dolls, la tristeza

No hay nada más triste que aquello que querías y ya no está. En esta película Takeshi Kitano nos demuestra, con metáforas visuales y rarezas, el mayor dolor. Un continuo desgarro audiovisual que en este fragmento escogido se puede observar.  Aprender a jugar, significa aprender a perder.

Mi vecino Totoro, la ternura

Sin duda alguna si hay un director de animación que me tiene hipnotizada es Hayao Miyazaki. Todas sus películas son perfectas para desarrollar la imaginación de los más pequeños e incluso los mayores. Historias preciosas y tiernas para contar historias que tal vez no lo sean tanto. Por eso me gusta tanto Totoro, porque no es todo lo que parece.

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