Hoy os traigo la epopeya de otro de mis héroes favoritos, en esta ocasión de un héroe norteamericano que apareció en mi libro "Caballeros de la Medalla del Honor". No hay duda que este muchacho fue uno más de aquella Gran Generación estadounidense.
Pero antes os quisiera recordar que ya podéis seguirme en Twitter, soy @DelhRoh o a través de Facebook en mi página oficial de "seguidores". Podéis acceder a mis respectivos sitios pinchando aquí:- Mi cuenta de Twitter.- Mi página de Facebook. También quisiera pediros vuestra ayuda desinteresada pinchando en alguna de las ventanas de publicidad que te pueden aparecer en esta noticia. Puedes cerrarla inmediatamente y a mi me suponen una pequeña cantidad de ingresos que me ayudan a continuar con esta página web y con un simple click me ayudas de forma totalmente gratuita.
Eubanks, E. Ray, nacía en la pequeña ciudad de Snowhill, en el estado de Carolina del Norte, un 6 de febrero de 1922. De pequeño le gustaba jugar al beisbol junto a sus compañeros, como a muchos norteamericanos. Sería una información superficial sino fuera por algo que contaremos más tarde. Realizaría su formación como paracaidista junto a sus compañeros, y ascendió posiciones hasta alcanzar el rango de Sargento en la Compañía D, del 503º Regimiento de Infantería Paracaidista.
A través de nubes de humo lanzadas desde aviones para proteger su avance, los C-47 del Air Corps desplegaban al batallón 503 por primera vez en la guerra en Nadzab, en la isla de Nueva Guinea.
Su misión era muy sencilla, destruir a las fuerzas enemigas en la zona, y más concretamente en el valle de Markham el 5 de septiembre de 1943. El 3 de julio de 1944, dos batallones del 503 (uno de ellos el de Ray) saltaron sobre la isla de Noemfoor, cerca de la costa holandesa de Nueva Guinea para tratar de conquistar el aeropuerto japonés de Kamiri. Pocos días después, la isla sería asaltada también por otro batallón desde el mar. Comenzó la batalla de Noemfoor en la que el 503 tuvo un papel fundamental en la toma de la isla para que las tropas aliadas pudieran continuar su avance desde Nueva Guinea a las Filipinas. Ray pasaría a la historia el 23 de julio, durante la batalla de Noemfoor. En un momento de la batalla, él y sus compañeros estaban rodeados por tropas japonesas.
Mientras avanzaba con su pelotón ya mermado por las bajas y acosado por el enemigo, su compañía encontró una posición japonesa protegida por fuego de ametralladora, armas ligeras y mortero. El sargento ordenó realizar un ataque con una escuadra para neutralizar el fuego enemigo, intentando ayudar así al avance de la compañía. Se movió con dicha unidad unos 25 metros donde pudo comprobar que el fuego enemigo era más intenso.
Ordenó a sus hombres que le proporcionarán fuego de cobertura y no continuaran ni un metro más. Armado con su rifle automático avanzó él sólo a través de la cortina de fuego japonesa para intentar destruir la posición enemiga. Los soldados nipones consiguieron localizarlo y comenzaron a concentrar su fuego sobre él. Resultó herido y una bala impactó en su arma inutilizándola por completo.
Sin pensárselo dos veces cargó contra el nido de ametralladora…. ¡usando su arma como si de un bate de beisbol se tratara a pesar de sus heridas! Comenzó una batalla cuerpo a cuerpo en la que Ray mataría a 4 japoneses antes de que otros le abatieran.
- No hay duda que un fusíl se puede convertir es este arma mortal -
Inspirados por su liderazgo y sacrificio, las tropas americanas avanzaron como una sola eliminando en pocos momentos a 45 japoneses y tomando definitivamente la posición enemiga. Por estas acciones sería condecorado a título póstumo con la Medalla del Honor ocho meses más tarde, el 29 de marzo de 1945.