Mis historias de amor en Persona 4

Tras casi 110 horas deambulando por el pequeño y bucólico pueblo de Inaba, contemplando sus encantos y empapándome de sus gentes, son muchas las relaciones que he fraguado con los distintos personajes del juego. No hablo de relaciones de amistad con chicos, que eso no sirve para nada, hablo de amores y desamores con ¡chicas!. Y es que en este juego he triunfado. Prácticamente todas las chicas del juego han caido rendidas a mis encantos. Eso sí que es una IA de calidad y no la de las chicas que me he encontrado en mi vida real. A continuación os quiero detallar mis historias y relaciones con las distintas chicas del juego, para ver si así aprendéis algo a la hora de como tratar y ligarse a una mujer.

Yukiko
Mi primera novia en el juego. Es la típica florecilla frágil y delicada que jamás ha rozado a un tío (o eso me cuenta ¬¬). Dices "calzoncillos" y se ruboriza. Dices "pilila" y se cambia de ciudad. Es de esas chicas que dan ganas de protegerlas con toda la hombría y masculinidad que me caracteriza, y así hice en cuanto tuve oportunidad. A ver, la chica es guapa, no exhuberante, pero sí guapa, así que fui inicialmente a por ella de cabeza.
Al principio estaba ilusionado, iba consolidándose nuestra relación de amistad y en cuanto podía le dejaba claro que quería proteger y preservar su delicadeza bajo la manta de la cama de mi habitación. Pero poco a poco fui descubriendo que no tenía sustancia ninguna, y llamadme no superficial si queréis, pero yo a una chica no solo le pido físico, así que intenté por todos los medios hacer algo con ella antes de dejarla de lado. Somos novios, sí, pero apenas salimos juntos. Que se proteja ella y no tenga tanto morro.
Chie
Mi historia con esta muchacha es un poco complicada. Desde el principio centré mis esfuerzos en Yukiko porque al lado de ella Chie me parecía muy poquita cosa, la verdad. Además, es la típica tía machorro que le gustan las películas de acción, comer carne como si no hubiera un mañana y va practicando kárate por las calles a todas horas. Es la Oliver Atom del kárate. Por estos motivos y por su pelo cerilla decidí mantenerla solo como amiga.
Con el tiempo y a medida que la iba conociendo me fue gustando más e incluso se me pasó por la cabeza iniciar un romance (siempre he querido usar esta palabra en algún texto) con ella, pero creo que no era lo correcto al fin y al cabo. Llegado el momento ella se me puso en bandeja, por supuesto, pero tuve sangre fría y le dije que solo la quería como  amiga o karateka. Joder, ¿qué clase de persona os pensáis que soy? No podía ponerle los cuernos a Yukiko tan a la ligera.
Rise
Con ésta sí que le puse los cuernos. A ver, seamos serios y no me juzguéis antes de tiempo. La tía que está más buena del juego, una ex-idol que sale varias veces en bikini contoneándose, que encima va a saco a por ti desde el principio, insinuándose y tirando corazones por la cabeza cada vez que te ve. ¡Corazones por la cabeza! Llamadme débil, pero a mi eso me conquista.
Pero ojo, que a pesar de todos los argumentos de peso que os he comentado, no tenía del todo claro que quería engañar a Yukiko con ella, pero llega un momento de tu relación amistosatiracorazones con ella en la que, no desvelaré por qué para no spoilear demasiado, la tía se pone a llorar derrumbada delante tuya y el juego te da dos mágnificas opciones: abrazarla o quedarte quieto. Soy un caballero, ¿cómo iba a quedarme quieto viéndola en ese estado?
Total, que decido abrazarla ahí en plan "estoy aquí contigo Rise, no temas, no te pasará nada", como si fuese el melenudo de Pasión de Gavilanes, y de repente el juego me dice que somos novios. Por un puto abrazo que hay que ser muy desalmado para no dárselo. Pues ale, ahora explícale tú a la otra que tienes otra novia y que le has puesto los cuernos con un abrazo, que encima con lo casta y puritana que es lo del abrazo le parecerá la mayor ofensa y traición posible.
Marie
Esta chica nunca me ha gustado, a pesar de que parece de las más populares y queridas por los jugadores. Es jodidamente antipática y mal hablada, y viste demasiado vulgar. No tiene la elegancia de mi Yukiko y mi Rise. A medida que la vas conociendo se va suavizando un poco, pero conmigo ya había perdido todos los puntos. Teniendo dos novias no me voy a meter en el lío de echarme una tercera tan conflictiva, que ésta sí que me ve abrazándome con una por ahí y me monta la escenita en plena calle. Al final le dije que solo quería ser su amigo (y ni eso, pero en esta vida hay que ser misericordioso) y ya no he vuelto a dirigirle la palabra.
Yumi
A ésta la hice mucho daño, pero es que tiene más frente que cara y es muy larguirucha, y esas cualidades en una mujer a mi no me terminan de gustar. Todo empezó cuando me apunté al club de teatro. Allí estaba ella y enseguida comenzamos una bonita relación de amistad. Aunque bueno, de bonita nada, porque la tía tiene más movidas y problemas que nadie en el juego. Bueno, hago de amigo del alma, la apoyo incondicionalmente, y sin querer nada sexual a cambio, hasta que al final pasa lo que tenía que pasar. La muchacha sucumbe a mis encantos y me dice que me quiere, que me ama como jamás ha amado a nadie (a quién vas a amar, hija, si estás todo el día comiéndote la cabeza).
Pues bueno, el juego, tan majo él, te pone en la siguiente situación: la muchacha se te declara, se da la vuelta dándote la espalda y te dice que si la correspondes que la abraces (putos abrazos, no abracéis jamás a una chica, es una trampa) y que si no, te vayas dejándola ahí toda tirada. Pero yo aquí ya era perro viejo y no caí en el error, así que me di media vuelta (después de mirarle un rato el culo) y la dejé ahí, sola y abandonada, rota de amor por mi.
Ai
Esta tía es vomitiva. Fea, estúpida y creída. No me he molestado en pasar más de 2 ratos con ella, 2 ratos que han sido ir de compras como mula de carga y oirla hablar de compras. Seguiré quedando con ella cuando no haya nadie más libre con el que pasar el rato, y soy consciente de que terminará enamorándose perdidamente de mi (todas lo han hecho, es pura estadística), pero tengo clarísimo que a ésta no la abrazo ni para robarle la cartera.
Enfermera
Menuda pájara la enfermera. Como todo chaval de 15 o 16 años, decidí coger un trabajo en el hospital del pueblo. Ya sabéis, lo típico que hace cualquier crío a esas edades. Pues bien, estoy yo allí mi primera noche de trabajo tan tranquilo limpiando los cristales cuando viene esta señora que podría ser la madre de la abuela de Matusalén a tirarme los trastos. Pero todo muy descarado y directo, hasta el punto de que, sin gustarme, casi me dejo querer y todo, por darle una alegría a la señora más que nada. Tampoco se conserva mal, y son muchos años estudiando y admirando la profesión de enfermera en las películas porno, pero al final me resistí, no se vayan a pensar en el pueblo que soy un chico fácil.
Esto se repitió dos o tres veces más y todas ellas acabaron de la misma forma, azotándola con el látigo de mi rechazo. Ahora ya nos hemos hecho casi amigos. Ya no se me insinúa y la verdad es que lo hecho de menos. Si llego a saber que iba a perder tan pronto el interés en mi me hubiera entregado en un principio. Ya se sabe que hay trenes que solo pasan una o dos veces. Menos mal que este juego está a reventar de trenes.
P.D. Hay alguna chica más que no he comentado por no spoilear ciertos aspectos de la historia, pero que sepáis que estoy en proceso de ligármela. El amor de Hide es infinito, como el universo.
@Hide_bjn