Cuando estamos esperando un bebé los papás nos volvemos locos comprando mil cosas porque no queremos que nada le falte a nuestra criatura. Muchas de ellas acabarán cogiendo polvo en un rincón, aunque sin embargo otras te salvarán la vida. Después de sobrevivir a la crianza de dos peques, os voy a contar cuáles son las que, según mi experiencia, son las compras imprescindibles para un bebé. Hoy vamos a comenzar por las hamacas. ¡Bendito invento! Sigue leyendo para conocer por qué.
Hamacas para bebé
Cuando me convertí en una mamá novata tenía muy poca idea de algunas cosas. Carrito, cuna, ropita, pañales… Sí, nació mi bebé y eso lo tenía. Sabía que esos artículos eran básicos para la llegada de un recién nacido. Pero, ¡ay, ingenua de mí! Había otros que yo no tenía ni idea de qué podían ser tan útiles y prácticos.
Menos mal que mis cuñados se hicieron unos cuantos kilómetros para conocer a su nuevo sobrino y venían acompañados, entre otros regalitos, de un objeto que nunca imaginé que acabaríamos usando tanto: una hamaca para bebé.
Seguro que tú no eres tan pardilla como era yo entonces y sabes de qué te estoy hablando. Pero por si acaso, antes de entrar en materia y contarte mi experiencia, entra en esta comparativa donde podrás encontrar mucha más información sobre las hamacas de bebé.
¿Qué es una hamaca, silla mecedera o columpio para bebés?
Si has entrado en la comparativa que te comentaba hace unas líneas ya habrás visto la gran variedad de modelos, diseños y funcionalidades de hamacas que puedes encontrar en el mercado.
No son más que una especie de asiento con un respaldo inclinado y una superficie acolchada en la que podemos colocar al bebé, quedando en una posición semisentada y sujeto por un arnés u otro sistema de seguridad que evita que el bebé se pueda caer.
Algunas hamacas para bebés tienen función de vibración, de mecedora, arcos de juego, luces, efectos de sonido o música… ¡hay modelos para todos los gustos y necesidades!
La posición que adoptan los bebés en ella les permite sentirse seguros y cómodos, a la vez que pueden mantener contacto visual con su entorno. A los papás, las hamacas nos permiten tener un lugar donde poder dejar al bebé un rato entretenidos.
Porque sí, está muy bien tenerlos en brazos, yo no sé ni la de horas que habré pasado con mis bebés en brazos, pero aunque nos gustara, no podemos estar así las 24 horas. Hay que cocinar, hay que ir al baño, hay que ducharse o simplemente hay que descansar y tener un momento de «tranquilidad» sin el bebé encima. Para todo esto, la hamaca fue mi salvación.
¿Cuándo se puede poner a un bebé en la hamaca?
La mayoría de los modelos de hamacas para bebés pueden utilizarse desde el nacimiento. La que nos regalaron a nosotros se podía usar desde los 0 meses.
De todas formas, en las especificaciones de cada modelo podrás ver la edad de uso recomendada y si es apta o no para usar desde recién nacido. Según mi experiencia, ¡te recomiendo que lo sea!
Aunque durante sus primeras semanas de vida, los bebés se pasan la mayor parte del tiempo dormidos, si tu hijo es de los que, como los míos, piensan que la cuna y la minicuna están llenas de pinchos, agradecerás tener un lugar donde poder dejarlo .
Cuando crecen un poco, comienzan a pasar más tiempo despiertos y empiezan a surgir sus ganas de conocer y explorar el mundo que los rodean, ¡aunque aún ni sean capaces de mantenerse sentados por sí mismos! Para estos momentos una hamaca también será tu gran aliado.
A mis hijos les encantaba estar allí sentados, viéndonos, entretenidos con su balanceo y sus juguetitos. Cuando están despiertos creo que se sienten más cómodos allí, comenzando a sentirse parte de la familia.
Piénsalo, estar tumbado en la cuna o minicuna, viendo solo el techo blanco tiene que ser un poco aburrido. ¡Mucho más divertido todo lo que se puede ver y hacer en la hamaquita!
¿Cuánto tiempo puede estar el bebé en la hamaca?
No existe ninguna regla que limite el tiempo máximo que un bebé puede estar en la hamaca, aunque se recomienda que por la posición semitumbada que adoptan en ella, no estén más de dos horas seguidas usándola.
Vale, son muy prácticas pero tampoco hacen milagros. Aunque, sin duda, la hamaca era el lugar, después de los brazos de papá y míos, donde mis hijos eran capaces de aguantar más tiempo, creo que no hubo ninguna ocasión en la que pasaran más de dos horas seguidas en ella.
No por ningún motivo en particular, solo que siempre les daba hambre, había que cambiar el pañal o simplemente volvían a reclamar los mimitos de mamá y los levantaba de allí.
Pero esos largos ratos que pasaban en ella eran más que suficientes para que pudiéramos comer, preparar la comida o ducharnos sabiendo que los dejábamos en un lugar seguro y que, además, les encantaba.
Recuerdo que siempre que iba a ducharme, llevaba la hamaquita conmigo, la colocaba en un rincón del baño y podía ducharme sin lloros ni prisas. ¡A él le encantaba ese momento! Dicen que cuando te conviertes en madre las duchas no duran más de 5 minutos, pero eso es solo si no tienes una hamaquita.
3 beneficios de las hamacas para bebés
Nuestra experiencia con las hamacas de bebés ha sido muy buena, como ya os he ido contado. La usamos con Gordito, nuestro hijo mayor y, más tarde, también con su hermano, Trasto. Sin duda, uno de los regalos que más hemos amortizado.
Pero, aparte de nuestra opinión, los beneficios de las hamacas de bebé son muchos. Mira:
1. Es un producto seguro
Tanto la estructura como el diseño de las hamacas está pensado para que los bebés puedan utilizarlo con seguridad y comodidad. Si sigues al pie de la letra las instrucciones y las recomendaciones del fabricante, el bebé no sufrirá ninguna caída ni peligro.
Su particular forma permite distribuir el peso del bebé de forma adecuada, evitando malas posturas y ayudando a evitar las deformaciones en la cabecita del bebé. En las hamacas tanto el cuello como la espalda del bebé tienen un apoyo adecuado, lo que resulta muy importante en esta etapa de su desarrollo.
2. Ayuda a relajar al bebé
Su sistema de balanceo suave ayuda al bebé a relajarse y a mantenerse tranquilo.
3. Ofrece diversión y entretenimiento
Conforme el bebé crece comenzará a interactuar con los juegos de la hamaquita y con todo lo que le rodea. También es un buen lugar donde poner al niño para jugar e interactuar con él, para leerle sus primeros cuentos, para cantarle canciones….
Ahora me encantaría conocer vuestra opinión. ¿Conocías todos los beneficios de las hamacas para bebés? ¿Las utilizaste con tus hijos? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.