Gracias a la propia conciencia global a la que hace referencia el libro, a través de un tweet que referenciaba a un blog, donde hablaba alguien que no recuerdo, sobre algo que me interesaba en aquel momento, encontré en uno de sus comentarios la referencia a este magnífico libro de Douglas Rushkoff.Un texto muy singular que yo clasificaría dentro de la filosofía digital o filosofía 2.0, ya que Rushkoff sin ser agorero ni apocalíptico, estilo que me aburre sobremanera, reflexiona sobre las implicaciones que este mundo tecnológico, que a todos nos apasiona tanto, puede llegar a tener sobre nuestras vidas. Con profundidad y sin quedarse en la anécdota, Douglas nos invita a reflexionar sobre aspectos como:- Estar conectados vs vivir conectados. Cómo por ejemplo la ventaja, y el riesgo, de tener nuestra memoria infrautilizada gracias a que a través de Google o de la redes sociales podemos encontrar todo lo que necesito en el momento.
- El mundo 2.0 enriquece nuestra realidad y nos abre nuevos caminos para disfrutar la vida, siempre y cuando no sustituyamos una por otra. Cómo el no disfrutar de la gente que tenemos alrededor por estar hablando con gente que está lejos, ya que el social media potencia lo lejano a costa de restarle atención a lo cercano. Por muy detallado y bonito que sea un mapa, no puede sustituir nunca al propio terreno.
- El exceso de datos que están a nuestro alcance gracias a excelentes buscadores que nos dan en milésimas de segundo la respuesta a las dudas que tenemos, está provocando que tengamos una visión híper simplificada del mundo, lo que conlleva curiosas consecuencias: perdida del contexto (P.e.: podemos saber de qué familia era Julieta y cómo murió sin conocer nada de la obra), amaterización de todas las materias (P.e.: el paciente discute con el médico porque ha leído un artículo en la red), pérdida de la ecuanimidad (P.e.: Todos podemos encontrar un dato que refuerce nuestra postura).- La despersonalización de la red, en la que podemos movernos de forma totalmente anónima para poder ser completamente libres en nuestros comentarios y comportamientos, puede tener su parte menos positiva: perdemos de vista a la persona (P.e.: Si vemos a nuestros followers o friends como un número que alcanzar o conseguir o haciendo spam de mensajes que nos interesa difundir sin pensar si al resto les aporta algo recibirlos), minimizamos nuestra empatía (Al no entrar en jugo nada más que la comunicación escrita o verbal), sentimos menos responsabilidad por lo que hacemos…
- La transparencia dirige la nueva red, lo que implica que tenemos que aprender a decir la verdad. Es decir si no podemos contar nuestra habituales mentiras, tenemos que tener cosas de interés que contar, como personas y como empresas. Además el pensamiento crítico es necesario desarrollarlo para poder discernir que es verdad y que no lo es, ya que las noticias ahora corren a la velocidad de la luz.
La web 2.0 nos ofrece una oportunidad única e redefinir nuestra economía, nuestra sociedad… nuestra vida. Es el momento que todos, o al menos muchos, estábamos esperando. Por ello tenemos que vivirlo conscientes, influyendo en la tecnología, no siendo meros usuarios que aceptamos cualquier herramienta tal cual, incorporado valores y una nueva ética que permita crear un nuevo mundo habitable, y todo ello sin abdicar nuestro libre albedrío y nuestro espíritu crítico en quienes crean toda la estupenda tecnología que hace posible esta nueva generación de internet. Recomiendo mucho su lectura, y su relectura. Hasta el momento el mejor libro que me he leído este verano, que se va a convertir sin duda a partir de hoy en un “must have” de mi biblioteca.