Como siempre digo, estos son los libros que personalmente más me han marcado. Quizá haya leído algún otro de mayor calidad literaria y que siendo objetiva se merecería estar aquí -aunque ahora mismo no se me ocurre ninguno-, pero son estos y no otros los que después de meses siguen rondándome por la cabeza y que se van a quedar conmigo, independientemente de todo lo demás.
- Norte y sur, de Elizabeth Gaskell. Para mí la joya de la corona. Alguna que otra vez he comentado que la adaptación del 2004 es una de mis miniseries favoritas de todos los tiempos. Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que la primera vez que intenté leerlo resultase una decepción y terminara abandonándolo. Esas cosas pasan. Pero aquí estamos, un par de años después me decidí a darle otra oportunidad y, cosas de la vida, ya forma parte de mi lista de libros favoritos también. No voy a entrar en detalles, pero decir que tanto los personajes, como la trama y el retrato que hace de la sociedad durante la revolución industrial es una auténtica maravilla.
- Justicia auxiliar, de Ann Leckie. Primera parte de la trilogía Imperial Radch y ganadora del los premio Hugo y Nebula entre otros. Posiblemente esta sea la lectura que más me sorprendió en su momento. No hay duda de que dentro del género hay novelas mejores, pero pocas son las que han conseguido fascinarme tanto -tampoco es que sea una experta-. La idea de que la protagonista sea un cuerpo auxiliar perteneciente a una nave de batalla con una inteligencia artificial que conectaba a miles de soldados, y que ahora este segmento de esa IA busque venganza por su destrucción... es una jodida pasada. Sé que es difícil de entender, y más cuando lo explico tan mal, así que leedlo porque vale mucho la pena. Por si no fuera poco, la utilización del pronombre femenino en todo momento, independientemente del género del personaje, es para enmarcar.
- Sin novedad en el frente, de Erich Maria Remarque. De todos los que os enseño este es el que más me afectó anímicamente. Se trata de un clásico antibelicista en el que conocemos a un grupo de soldados alemanes durante la Primera Guerra Mundial. No hay una gran trama, simplemente somos testigos de la rabia, la desesperación y las dudas de unos chicos, prácticamente adolescentes, que ven como una guerra que no tiene sentido para ellos ha destruido sus vidas y toda posibilidad de futuro.
- Al este del Édén, de John Steinbeck. Mi primer acercamiento al autor no podría haber sido mejor. No me atreví en su momento a hacer reseña porque me resultaría imposible analizar todos los temas que toca y sus referentes bíblicos. La complejidad y profundidad de los personajes los hace inolvidables, incluso a los más detestables. Tanto es así que fui incapaz de terminar de ver la adaptación del '55 protagonizada por James Dean. No le hace justicia.
- El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. Sé que a mucha gente le parecerá imposible, pero llegué a esta lectura sin spoilers de ningún tipo. Conocía lo más mítico de la historia -el cuadro y su función- pero ningún detalle concreto, ni siquiera el desenlace. Lo que supuso un gran descubrimiento, tanto por la trama en sí como por la escritura y genialidad de Oscar Wilde. Y lo admito, soy fan de Lord Henry.
- Saga, de Brian K. Vaughan y Fiona Staples. Creo que es la primera vez en mi vida que añado a mejores lecturas un comic. Pero es que este año ha sido sin ningún tipo de duda el año de Saga para mí. Estoy enamorada de la historia, de los personajes, del dibujo, del color, de... todo. Es como una droga, necesito más y pronto.
Y creo que esto es todo. Decidme, ¿coincidimos en alguno?