Mis mugs and books

Os dejo mis tazas y mis libros para el concurso que convoca Seripendia. Espero que os guste
En principio pensaba que no tenía tazas por casa que merecieran la pena, ya que siempre suelo usar tazas de duralex, de las de toda la vida. Sin embargo, me puse a mirar y sí que tengo, como os contaré.
Además, con este concurso está surgiendo un pequeña rivalidad entre aficionados al café y al té (otro dualismo más para este país tan dualista). Yo soy de café: sólo tomo 2 al día descafeinados de máquina (en casa de cafetera italiana de esas de fuego). Nunca tomo un café mientras leo, ya que cuando estoy leyendo no me gusta hacer otra cosa. Y como, gracias a Dios, no fumo, tampoco estoy con un cigarro (¡menos mal!).
De todas formas, os dejo mis tazas con los libros que creo que más hacen juego con ellas:

Esta taza me la regalaron unos amigos cuando fueron a Lanzarote. Y como en esa isla vivió Vázquez-Figueroa, nada mejor que el libro que más me gustó de él: Tuareg.

Esta taza tan inglesa, no sé ni de dónde salió. Quizá algún regalo de esos que daban antes cuando abrías una cuenta bancaria o cuando comprabas algún alimento. Es un juego de tazas que tengo de adorno y como la veo tan inglesa, elijo un libro muy inglés: Rebeca. 

Y esta tan azul, ideal para desayunos o tés de esos grandes, me parece que va de muerte con un libro delicioso como es Eva Luna.  

Y esta tazita que parece casi de chupito vendría genial para su segunda parte: Cuentos de Eva Luna.
 
Esta taza la tengo desde hace muchos años y en tiempos las sacábamos para las visita. Con esa flor tan llamativa, me pareció ideal con Donde el corazón te lleve, con esa portada peteneciente al cuadro de Monet: Amapolas en Argenteuil. 


En una taza como esas tomo mi café de después de comer. Me parece que hace mucho juego con una de mis novelas preferidas: Tomates Verdes Fritos...

Esta taza pertenece a un conjunto de desayuno que tengo de adorno en la vitrina. Nada mejor que ponerla con la novela Como agua para chocolate. Ese tazón pega con un buen chocolate ¿no?

Y esta última de Bart Simmpson es evidente que le va al pelo con el libro de Yo fui a E.G.B. 
¿Os gusta alguna? ¿Leistéis algún libro?