Ir al gimnasio te motiva y empieza a reforzar tu autoestima más cuando empiezas a ver pequeños resultados, es totalmente alentador. ¿Pero qué hay de aquellos a quienes ya llevan un tiempo intentando tener más músculos y no hay resultado? Lo más típico del caso es recurrir a una pequeña inyección que podría ayudar a tener “más fuerza o resistencia física, incluso más musculo”. La duda es la misma, ¿cuán beneficiosas son estas?
¿Qué de malo hay? ¿Qué peligro podrían traer?
El consumo de estas va incrementado, en las pasadas Olimpiadas del 2012, fueron eliminados 147 deportistas porque no superaron la prueba del antidopaje (término holandés “Dop” era una bebida alcohólica que utilizaban los guerreros Zulú para tener más fuerzas en sus batallas. Empezó a utilizarse por el siglo XX en las carreras de caballos como una droga ilegal).
Unas de las drogas o inyecciones que más se utilizan son: los esteroides anabólicos, hGh (growth hormone en inglés), rhGH (otra abreviación de la misma hormona de crecimiento); como es obvio particularmente estas son peligrosas que no se consumen solo por los deportistas sino que también por personas que quieren un “mejor rendimiento en el gimnasio”.
El consumo de esteroides puede provocar en las mujeres, más crecimiento de bello en la cara, engrosamiento de voz, períodos menstruales irregulares y aumento del apetito. En los hombres puede provocar crecimiento de senos y reducción de testículos. En ambos casos también podría provocar cambio de emociones repentinas como ira explosiva, tumores en el hígado y pérdida de cabello.
La hormona hGh y rhGH algunos deportistas creen que el uso de estas ayudará sanar las lesiones más rápido pero las pruebas que resulten muy efectivos son muy pequeñas. Puede provocar hinchazón, retención de líquidos, dolor de músculos, articulaciones y aumento de la presión en la cabeza. A la larga el abuso de rhGH o hGh puede tener resultados de enfermedades del corazón y desarrolla diabetes tipo 2. Es necesario que suspendas el uso de estas drogas, si ya estas consumiéndolas y pedir ayuda a tu médico. Pide ayuda a tu entrenador físico o medico para poder mejor los aspectos como el rendimiento físico que deseas y tener más músculos. Recuerda lo que dijo Benjamín Franklin: “Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea”. ¡Ánimo, persiste!