Pues sí, ya embarcado en mi segunda semana de adaptación al correr minimalista. Por ahora casi todas son sensaciones positivas, te cuento un poco como me va.
Aunque ya he tenido alguna experiencia con este tipo de calzado (varias caminatas por el monte, alguna salida a trotar para probar la técnica de carrera), ha sido ahora que no arrastro ninguna lesión importante cuando me he decidido a cambiar poco a poco, con calma y paso a paso (y nunca mejor dicho) mi manera de ver y practicar esto del correr minimalista.
Como ya expliqué en algún artículo del blog, es importante “despertar” poco a poco la musculatura del pie como paso previo a los entrenos de carrera en sí. Por ese lado tengo a mi favor el trabajar en ocasiones descalzo dando clases de pilates y el haber estado espabilando siempre que he podido estos meses previos a los dos energúmenos que tengo al final de mis piernas. Misión cumplida.
Esta semana y media que llevo entrenando y lo que queda de mes me lo he planteado como una introducción muy suave a este mundo. Llevo cuatro sesiones en las que corro entre 20-25 minutos con calzado minimalista, estirando luego a conciencia y usando también el rodillo de espuma los días que no entreno. Me encuentro bastante cómodo en cuanto a respiración, corazón y demás; pero es verdad que ya cuando se acerca el momento de acabar el entreno las piernas ya me empiezan a mirar raro…
Lo que sí he notado ya en esta segunda semana es que la musculatura de las piernas tarda menos en recuperarse entre un entrenamiento y otro. El día después del primer entrenamiento notaba los gemelos y la musculatura que está por debajo de ellos (tibial posterior) bastante cargadillos, cosa que ahora se ha suavizado bastante.
Aún así, como es cuestión de que se fortalezca el tendón de Aquiles sobre todo, me he planteado seguir otras cuatro semanas con este tipo de sesiones cortas, el único cambio que me atrevo a meter es disminuir los días de descanso entre sesiones, para hacer unas 3-4 por semana; ya veremos, lo importante en esto es escuchar al cuerpo.
Respecto a la técnica pues ahí va, me resulta un poco raro el correr más erguido de lo que estaba acostumbrado y siempre ando con la sensación de que hago la zancada más larga de lo que debiera, aunque se ve que hay que echarle tiempo, porque ya hoy me encontraba más cómodo con la longitud de zancada y disfruté bastante de la carrerita.
Por cierto, estoy usando unas Merrel Trail Glove que son de lo más cómodo y con las que voy muy seguro por prácticamente cualquier terreno. El único punto flaco que les veo es cuando pisas en roca mojada, donde tienes que andar con más ojo para no resbalarte. Aparte de eso, perfectas en todo lo demás.
Y hasta aquí el parte desde el frente de liberación de pies oprimidos, seguiremos informando…