Mis razones de ser independentista
Mucha gente se puede preguntar como, un personaje como yo, nacido en Barcelona de padres castellanos, que vivo en Hospitalet de Llobregat de toda la vida, que soy seguidor del RCD. Espanyol y que escribo desde hace 8 años estos renglones en español, es tan abiertamente independentista. Quien no esté dentro de mi piel, y no comparta lo que se mueve en mis neuronas, es muy posible que pueda pensar que he sido manipulado, ya sea por TV3 (¿con lo asquerosamente culés que son?), por los estudios (¡pero si los hice exclusivamente en castellano hasta los 14 años!) o por las amistades (¡si casi todos son castellanoparlantes!), la realidad es que, ante todo tengo cerebro, y otra cosa no se, pero plantearme cosas, me las planteo. Y llego a conclusiones. Conclusiones que, por suerte o desgracia, no gustan a todo el mundo, pero que son las mías. ¿Y cuales son mis razones para ser independentista en Catalunya con los antecedentes antes descritos?¡Si tendría que salir todos los días con la rojigualda hasta en los calzoncillos! Pues aunque le parezca mentira, las tengo:- Soy catalán
- Rechazo por el mero hecho de nacer en Catalunya
- Realidad social diferente
- Vengo de familia de inmigrantes
Después de estar 3 años sobreviviendo como pudo por los campos de concentración franquistas, fue liberado y, al volver a su pueblo, Los Hinojosos (Cuenca), tuvo que sufrir el "mobbing" de los oligarcas del pueblo, ya que fue tachado de "rojo". No le quedó más opción que venirse a una Barcelona que prácticamente no hablaba castellano a buscar trabajo... o morir de hambre. Intentó volver a su pueblo unos pocos años después, pero todo había cambiado, encontrándose que ya, ni era de allí, ni era de aquí y tuvo que volver a Barcelona. De carácter agrio -normal, dado lo que le tocó vivir-, nunca se llegó a integrar a la realidad catalana de la época y a mí, primer nieto, me puso el nombre de Ireneo (Pacífico). Por algo sería, aunque sus razones se las llevó a la tumba.
Visto lo visto...¿Qué estima puedo tener a un país que echó por activa y por pasiva a mis ancestros de sus lugares de origen? Una cosa es que quiera a mis familiares, que pueda tener amigos en aquellas tierras o que cumpla la legalidad impuesta, pero lo que no puedo, de ninguna de las formas, es considerarlo mío, porque no tengo nada que agradecerles. Al contrario, el agradecimiento lo he de tener con la tierra de acogida, no con quien los expulsó.
- Crisis y ausencia de futuro en el estado actual
Este modelo totalmente desfasado y caduco, todavía funciona a la reducida clase oligárquica que manda en España (a pesar de guerras y repúblicas varias) desde mediados del siglo XIX, y mientras que sigan en el poder, les importará un rábano que haya 6 o 26 millones de parados. Ellos están en su chiringuito, y si no sigues su juego, eres un mal patriota y el enemigo a batir. Pues va a ser que no.
La independencia de Catalunya, además de dar una ilusión para tirar adelante, supondría romper totalmente con el statu quo imperante en la actualidad, destrozando los lazos clientelares y de corrupción sobre los que están basados las columnas del poder en este país. Ello significaría una ruptura total y, al menos, la posibilidad de generar una situación nueva y avanzar hacia una posible solución del problema que, de otra forma, simplemente no existirá porque a los que ya les va bien, no tienen ninguna intención de esforzarse por conseguirla. Ah! Y no nos engañemos, el beneficio será mutuo, tanto para los españoles, como para los catalanes.
- Yo seguiré siendo el mismo de siempre
En definitiva, las banderas se abrazan o dejan de abrazar en la proporción que cada persona se sienta identificadas con ellas. La bandera española, para mí, no significa nada más que imposición y fascismo, mientras que la catalana, para mí, es una democrática libertad de elección, en tanto que nadie me ha obligado a asumirla como propia y creo, muy firmemente, que podemos construir un país nuevo totalmente viable y con mejores oportunidades para todos. Cada uno es muy libre de sentirse como quiera, yo me siento así, y por eso soy independentista.
Y al que no le guste, como decimos en catalán: "que s'hi posi fulles!"
Sutiles, pero poderosas diferencias