Revista Cultura y Ocio
¡Hola! Hace unos días les dije que saldría de viaje. Y vaya que me divertí, aunque digamos que los últimos días no fueron muy...agradables. Bueno, digamos que mi prima se puso rara.
En fin, visitamos Uruapan, que queda en Michoacán, y es un lugar TAN BONITO, Si supieran cuantas fotos he tomado, se mueren. He considerado la idea de ser fotógrafa en un futuro. Uruapan es un lugar lleno de árboles. Se los juro, hay mucho bosque y es completamente precioso. El clima es lo suficientemente fresco para ser agradable y literalmente duermes con cobertor en esta época del año. Si vivieran en mi ciudad natal...serían pollos asados.
Visitamos el Parque Nacional de Uruapan, en donde había cascadas, muchos pinos, así como otros árboles, y el aire era TAN puro, que los pulmones me ardían y la garganta se me inflamó, de la frescura del lugar. Había muchos escalones de piedra y el suelo era un poco resbaloso y con algo de moho, bueno esa cosa verde que se forma cuando hay mucha humedad. Había también unos puestos de fruta, vendían blusas bordadas, las típicas del estado y comida chatarra. Yo elegí unas uvas moradas que sabían muy ácidas y que no me pude comer. También me compraron un chicharrón, pero me sorprendió ver que le ponían lechuga, verduras y no se cuanta comida más. Aquí en mi ciudad no se le pone todo eso, sino que le puedes echar queso y/o la famosa salsa Valentina. Y como allá no le echaban queso, pues solo quise salsa.
Me sorprendió darme cuenta que los trolelotes (elotes desgranados en un vaso), no eran preparados del mismo modo que aquí. Es decir, aquí generalmente se le pone mayonesa, queso, chile en polvo si quieres, o en salsa, y le puedes echar limón y cacahuates. Pero allá en Uruapan le echaban crema en vez de mayonesa, y pues no me supo igual obviamente.
Fuimos también al Lago Zirahuén, que no se queda atrás en cuanto a lo precioso que es. Me sentía como en Forks, ¿saben? El lugar donde vivía Bella Swan, de la saga Crepúsculo. Es que había demasiados pinos. Resultó ser una zona tan fresca que el viento se colaba por la tela de mi chamarra delgada, y mi garganta comenzó a dolerme otra vez. Pero después de salir de ahí y volver a casa de mis primas, se me quitaba. En fin, ahí fuimos a un restaurante donde mi prima y yo escogimos guacamole, pero en la foto del menú, venía con tomate, y cuando nos lo trajeron...no lo tenía. ¡Y le habían puesto cilantro! Y pues, sabía raro, y a ninguna nos gustó, así que se lo dejamos a mi mamá y a otra prima.
También fuimos a Pátzcuaro, la ciudad colorida, ¿no? Bueno, algo así, resulta ser que tienen un...reglamento para que las casas no se pinten del color que quieran, sino de un tono rojo ladrillo con blanco. Todo lo que voltees a ver, es de esos dos tonos, para mantener un equilibrio. Fuimos a una plazita ahí, y como es un lugar turístico, estaba llenísimo de gente. Me compraron una nieve de fresa de leche, y olvidé comprar la de nata que una amiga me sugirió.
El trayecto a nuestro destino fue pesadísimo, eso de ir en un autobús de dos pisos de lujo...no fue suficiente para mi trasero. Es decir, estaba completamente entumida y el vehículo se movía como si fuera a volcarse, lo que me sacaba unos buenos sustos cuando quería dormir.
De todos modos han sido unas vacaciones fenomenales, sin duda, las mejoress de mi vida; me encantaría ir de nuevo, claro. Así pues, declaro mi regreso como oficial, aunque sé que no he estado casi ausente,porque me he mantenido publicando entradas a lo largo de los días de...relax (por decirlo así).
¿Y a ustedes cómo les fue? ¿O es que aún andan de viaje? ¡Cuéntenme!