Portada del DVD de la versión cinematográfica de 1999.
Un título de lo más apropiado ahora que se acerca el fin del solsticio de verano, aunque el calor siga dando guerra, antes de que nos alcance el equinoccio de otoño y todo se tiña de un agradable color ocre. Por otra parte, una faceta totalmente opuesta a lo primero que viene a la mente de muchos al evocar al dramaturgo inglés: Romeo y Julieta, la gran tragedia.
Poco tienen que ver ambas obras entre sí, salvo que la protagonizan unos jóvenes. En “El sueño de una noche de verano” lo que se presenta es un mundo en el que habitan, junto a los humanos, los seres mágicos. De entre todas las versiones que se han llevado a cabo de la obra, hoy hablaremos de la que dirige Michael Hoffman en la gran pantalla en 1999.
Elenco y escenarios
Con Michelle Pfeiffer y Rupert Everett como Titania y Oberón, los reyes de las hadas, y Stanley Tucci como Puck, el sirviente del segundo, el elenco para los humanos lo conforman Calista Flockhart como Helena, Anna Friel como Hermia, Christian Bale como Demetrio y Dominic West como Lisandro, nos situamos en la Toscana, a finales del siglo XIX.
Como siempre que el escenario es tal, de los paisajes hay poco que decir. Sí requiere mención el bosque encantado en el que habitan las criaturas mágicas, que se ve siempre de noche, puesto que es cuando transcurre la acción. Una localización muy lograda, que aísla por completo la historia que se vivirá entre sus espesas ramas, las persecuciones, la confusión y los amores que van y vienen.
El verso y el doblaje
Aunque quizá en algún momento pueda llegar a hacerse pesado para algunos, los diálogos (modificados o no) tienen ese toque shakespeariano de juego con el lenguaje, el sitio para las chanzas y las bromas y para declararse el más solícito amor. Todo tiene su sitio y momento.
Solo hay que ver cómo queda encajada en la película la escena en que Helena y Hermia empiezan a atacarse (no spoilearmos por qué) y la primera se mete con la escasa estatura de la segunda. Como buen recurso cinematográfico, ambas acaban en el barro.
Teatro Furtivo lo intentó. Imagen extraída de la web de Olmedo Clásico.
Y sin embargo, en teatro...
Ojalá pudiera decir que la vez que pude disfrutar de esta pieza en su adaptación teatral fue igual de placentera que en la representación que contemplé, de manos de Teatro Furtivo y los alumnos de la Escuela de Arte Dramático de Valladolid, durante Olmedo Clásico, que dejó a los asistentes con los que fui con una amarga sensación en su término. O una de alivio por esto mismo.
Sea como fuere, la cuestión es que la versión del texto se les quedó a medio camino entre lo canalla y actual y lo clásico, sin convencer en algún momento de que estábamos ante una renovación o una interpretación sin más.
Tampoco ayudaban las interpretaciones flojas o la ausencia total de un escenario que diera contexto al mágico bosque del que ya hemos hablado.
En definitiva, por ahora solo puedo opinar de "El sueño de una noche de verano" como una película que me ha gustado bastante, una obra de teatro floja y un texto que debería leer íntegro un siglo de estos.