Miscelanea Pop…por César del Campo de Acuña
Manis el orangutan
No tengo problema alguno en afirmar que durante mi infancia dos de mis películas preferidas fueron Duro de pelar y La gran pelea. Ya les he contado, en infinidad de ocasiones, que las cintas de terror y de acción estaban totalmente vetadas en mi casa por lo que no me quedo más remedio que refugiarme en películas infantiles (fuera de dibujos animados o no) y en aquellos inocentones films en los que los protagonistas resolvían sus problemas a mamporro limpio como las de Bud Spencer y Terence Hill o, y en este caso, las dos comedias que Clint Eastwood decidió hacer entre 1978 y 1980. Aunque la “cultura” de caravana, la música country y las botas de vaquero sean algo que no conocemos, visualmente eran cercanas para cualquier aficionado/espectador del Equipo A y créanme cuando les digo que no había mayor fan de la unidad liderada por Hannibal Smith en la zona en la que vivo que yo. Si a esa familiaridad, peleas a puñetazo limpio, malos tontos y chicas guapas le sumas un orangután sonriente, besucón y peleón me tenías ganado.
Así es, uno de los grandes aciertos de las películas en las que Philo Beddoe se metía en líos era la presencia del simpático orangután Clyde (era tan importante su presencia que se utilizaba la aliteración de los nombres de pila Clint and Clyde para promocionar la película, recibiendo Eastwood el primer lugar en la paranomasia por ser la estrella principal). Pero no, el expresivo primate no se llamaba Clyde, se llamaba Manis el orangután y llego a la producción de la mano del Performing Orangutan Show de Bobby Berosini (el coordinador de orangutanes del film de 1981 Voy a volverme mico). Aunque en el rodaje se utilizaron tres orangutanes, el que más tiempo estuvo frente a las cámaras fue Manis. Eastwood, a pesar de que en una escena Manis le agarró del cuello (no olviden que, a fin de cuentas se trataba de un orangután macho que pesaba más 80 kilogramos o al menos así lo anunciaban en los carteles de la cinta) y no se calmó hasta que sus entrenadores lograron tranquilizarlo por medio de la radio, dijo que fue uno de los actores más naturales con los que había trabajado a lo largo de su dilatada carrera.
Aunque la presencia del primate robo bastante protagonismo al propio Eastwood la carrera de Manis como actor no fue muy larga. Tras Duro de pelar, apareció en un episodio de la serie protagonizada por Ricardo Montalban La isla de la fantasía (1979), fue el simio principal en la citada Voy a volverme mico (aunque no recibió acreditación por el papel), salió en Los locos del Cannonball, segunda parte de 1984 (una vez más sin acreditar), participo en el especial de Joan Rivers Joan Rivers and Friends Salute Heidi Abromowitz (esta vez, en los créditos si figuro como Manis) y, para poner punto y final a su carrera en el mundo del espectáculo, en 1988, se despidió de las cámaras en un episodio de la sitcom Cheers (por el que tampoco fue acreditado). En su perfil en IMDB (así es, tiene perfil en IMDB) figura como Clyde en La gran pelea, pero se sabe que Manis no participo en el citado film ya que en los dos años que pasaron entre ambas producciones había crecido demasiado. El orangután que hizo de Clyde, al menos en la mayoría de tomas, fue CJ el orangután (el de Tarzán, el hombre mono con Bo Derek).
Probablemente se utilizara material de archivo de Manis o participaría en alguna que otra escena en La gran pelea, pero no fue el simio que interpreto principalmente a Clyde en la secuela. Por otro lado, aunque no sé qué grado de veracidad hay en estos datos, existe el rumor de que tanto Manis en Duro de pelar y CJ en La gran pelea fueron maltratados por sus entrenadores. Supuestamente uno de los simios utilizados en La gran pelea recibió una tremenda paliza durante el rodaje y murió seis meses después del mismo. Si ocurrió algo remotamente parecido sucedió a espaldas de Clint Eastwood un actor que ha llegado a parar una toma para no pisar un insecto en el set. Si es cierto que, desde 1991 Berosini tuvo diferentes problemas con PETA y otros grupos de activistas pro derecho de los animales por unas grabaciones filtradas por un bailarín y una corista del Casino Stardust en las que se veía a Berosini golpeando, agitando, gritando y abofeteando a uno de sus orangutanes antes de un show. Este tipo de problemas le acompañaron hasta el año 2000. Personalmente quiero creer que ni Manis, ni CJ fueron salvajemente golpeados por sus entrenadores.
Esa última frase les debe sonar terriblemente inocente ya que, como bien sabrán, no han sido pocos los animales (especialmente caballos) que han recibido abusos físicos durante la historia del cine (algo que, afortunadamente y más o menos, está cambiando) pero quiero creer que Eastwood (al que al poco tiempo los simios tomaron como su propio entrenador/cuidador) hubiera parado el rodaje si se hubiera enterado y en ambas cintas estaba implicada The Malpaso Company, su compañía, por lo que buena parte de los aspectos de la producción pasaban por sus manos. Pero no me quiero despedir con una nota negativa que haga arquear las cejas de los que lean este artículo. Prefiero celebrar la corta carrera interpretativa de Manis el orangután rememorando la escena en la que Eastwood le apunta con el dedo y al decir bang se hace el muerto o con la anécdota de como Manis daba un beso en la boca a todos los miembros del equipo con los que genero algún tipo de lazo (Eastwood, Sondra Locke, Geoffrey Lewis, Beverly D’Angelo o John Quade fueron algunos de los que recibieron el sello de Manis). ¿Por qué despedirse de manera negativa cuando puedes decir adiós de manera positiva?
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