De toda la pocilga mediática que continuamente publican insultos y mentiras difamantes contra el independentismo, pero también contra Catalunya en general, contra Podemos, y quien sea que no circule por el mismo camino que PP, PSOE y Ciudadanos, de todos el peor por mucho es ABC.
Hace un montón de años, cuando ABC era dirigido por personas del nivel de Torcuato Luca de Tena, por cierto nieto del fundador del periódico, todo y con ser claramente defensor de la catolicidad a la española y de la monarquía, era un periódico serio que podía ser sumamente crítico e incluso extremadamente duro con quienes se encontraban en el extremo opuesto de su pensamiento político y religioso, pero mantenían la seriedad del periodismo correcto, pero en su versión actual parecen ser los más afectados por el virus del insulto y la invención que afecta a la prensa española, en especial la de Madrid. Cuando en los años setenta viví en Madrid leía cada día ABC y El País, ambos excelentes periódicos entonces, hacía el promedio entre lo que decían los dos y seguro que acertaba.
Como ejemplo a continuación aparecen dos portadas de ABC, las del 2 y el 8 del corriente mes de Agosto, que, en especial la segunda son buen ejemplo de la imaginación que aplican los periodistas de ABC a mentir e insultar.
En la primera se atreven a afirmar que el mero hecho que se inicie el dialogo entre el gobierno de Pedro Sánchez y la Generalitat catalana supone conceder un privilegio a Catalunya y un agravio al resto de España. He viajado por medio mundo y he visto infinidad de barbaridades escritas en portadas de periódicos en varios idiomas, pero esta es una de las que se lleva la palma. ¿Cómo se puede ser tan inmoral como para calificar de esta forma el mero hecho de sentarse en una mesa?. Una de las conclusiones de manicomio que pueden extraerse de esta portada es que las otras 16 autonomías jamás han mantenido reuniones con el gobierno central, para evitar privilegios. De locos.
La portada del 8 de agosto es todavía peor porque en ella se anuncian unos artículos del interior que suponen dos inmensas barbaridades llenas de falsedades.
La primera barbaridad se refiere a que el secesionismo catalán utiliza noticias falsas y para demostrarlo quien utiliza noticias falsas es ABC. El artículo del interior del periódico empieza relacionando una serie de noticias falsas o dudosas pero que no proceden del secesionismo catalán sino de las redes sociales, sobre todo de Facebook, de autor desconocido que fácilmente podría hacerse una lista de sentido contrario, mezcladas con noticias ciertas que se dan por falsas, como cuando dan por falsa la noticia que Facebook instalará en Barcelona su sede mundial para combatir las “fake news”, noticia que el mismo periódico había publicado como cierta solo unos días antes. Todo ello para poder llegar a la gran barbaridad: la gran mentira secesionista que ABC quiere denunciar, los secesionistas se atreven a decir que en España hay presos políticos. Es decir el objeto de todo el artículo era presentar como “fake news” secesionista la afirmación que en España hay presos políticos, presentar como noticia falsa algo que es opinión.
La otra inmensa barbaridad presenta un desastroso panorama económico de Catalunya, con las empresas huyendo desesperadamente y la situación económica en caída libre, noticia que ABC emite a los pocos días de que se publicasen datos oficiales que demuestran que el “procés” no solo no ha afectado a la economía catalana sino que ha seguido creciendo, con un incremento del PIB bien por encima del de toda España que puede considerarse el promedio, con un nivel de empleo que es de los que mejoran más rápido del país y con un nivel de exportaciones que ya sobrepasa el 25% de las de toda España, pero ¿cómo puede alguien ni tan solo imaginarse que los grandes periodistas de ABC van a ver sus inmensas verdades condicionadas por algo tan nimio y vulgar como las estadísticas oficiales?.
Si hubiese un premio al periódico más panfletario se lo llevaba ABC de calle. Con mentiras, insultos y barbaridades estúpidas y absurdas de este tipo el problema catalán no dejará de empeorar ni en mil años.