Todas las películas de la saga destacan por sus altas dosis de fantasmadas y en este caso no se quedan cortos centrándose en enseñarnos una larga lista de aparatos futuristas inverosímiles y escenas continuas donde la altura y el vértigo intentan marear al espectador mediante el lucimiento del señor Cruise, que a pesar de su edad sigue sin usar dobles para las acrobacias más arriesgadas. Al final nos quedan dos horas y cuarto que pasan bastante rápido con un argumento y un villano al estilo James Bond y unos compañeros de equipo que aportan carácter y frescura. Si te han gustado las anteriores no te defraudará, si no es así ésta no te hará cambiar de opinión.Mi puntuación: 6/10