La primera entrega fue brillante, la segunda, un autentico descalabro, la tercera recupero su esencia, y con esta cuarta entrega, se confirma que la saga esta muy viva, y que aún puede darnos películas muy entretenidas.
Brad Bird, se pone al mando de esta notable cuarta entrega, e iniciándose en la filmación real tras sus exitos en Pixar.
El agente Hunt, es recatado de una prisión. Tras el rescate, inmediatamente se le asigna una misión, pero tras un pequeño fracaso, el enemigo toma ventaja, lo que significa que EEUU, y Rusia, entran en una crisis nuclear. Esta crisis, provoca la activación del Protocolo Fantasma, lo que quiere decir, que todos los agentes de la fuerza FMI, son desactivados, y no tienen permiso para actuar. El pequeño grupo de Ethan Hunt, se ve obligado a actuar para parar los pies al grupo terrorista que ha desencadenado la crisis, pero sin ningún apoyo táctico.
Bird, compone un estupendo blockbuster, donde todo encaja (aunque con alguna licencia como por ejemplo el salto en la ventana del hotel en Dubai, pues cuando vuelve a la habitación, no hay rastro del cristal quitado) a la perfección para darnos un estupendo festival de escenas de acción, humor, espionaje, y todo con coherencia y sin tomarnos por simples borregos viendo explosiones sin sentido. Y es que Bird, ha demostrado no solo ser capaz de ponerse tras las cámaras para dirigir acción real, sino que se consuma con un gran especialista en rodar escenas de acción, algo que últimamente parece resultar difícil de hacer. Sus escenas están rodadas con nervio, y además, al igual que pasa con Los Vengadores, podemos ver todo, sin ninguna trampa de cámara temblando u oscureciendo la imagen.
Los actores elegidos para acompañar a Tom Cruise, también están perfectos en sus papeles. Paula Patton, se ve perfecta en el papel de dura espía, pues no da impresión de fragilidad, ni fisica, ni mentalmente. Simon Pegg, es el contrapunto perfecto de humor para este tipo de películas. Jeremy Renner, resulta convincente como actor de acción, y Michael Nyqvist, se ve como un digno villano. Cruise, a su vez, esta perfecto en un papel que le sienta como un guante, y resulta reconfortante, verle de nuevo correr a toda pastilla tras los malos.
En definitiva, una película muy entretenida, y que recomiendo ver, pues no es ninguna brabocuneria al estilo Bay, pues aunque es una película puramente comercial, no nos trata como a tontos. Misión: Imposible. Protocolo fantasma
Revista Cine
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