Revista Coaching

Misión personal

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Misión personalPor Rita Tonelli

El mayor desafío implícito en la acción de Vivir es enfrentarnos con la revolución interna que nos provocan los cambios. Nos convulsionamos, conflictuamos, desestabilizamos y a veces, nos perdemos. Si bien, estos procesos siempre resultan en algo mejor, necesitamos sostenernos para atravesarlos.

Existe una herramienta muy poderosa que nos permitirá recuperarnos, cambiar nuestros estados de ánimo y mirar nuevamente hacia adelante.

Te estoy presentado a la Misión Personal.

La de cada uno de nosotros, la que incentivándonos con su promesa de dejar algo en el mundo, puede guiarnos aun en los momentos de angustia, impotencia y soledad que recorremos los seres humanos. Saber Para Qué estamos aquí mantiene vivo nuestro fuego interno y nuestro sentido.

Here is a test to find whether your mision on earth is finished. If you’re alive, it isn’t. (Illusions) Richard Bach.

Esta es la prueba para saber si tu misión en la tierra finalizó. Si estás vivo, no finalizó. (Illusions) Richard Bach

Pero… ¿Qué es la misión?

La misión es aquello que vinimos a cumplir cuando nacimos, que despierta en nosotros una profunda pasión, que aunque necesitemos leer y estudiar acerca del tema que la ocupa, nada nos resultará forzoso porque sólo estaremos poniendo afuera lo que ya tenemos dentro como don o talento y entonces, el conocimiento y la acción fluirán como un río caudaloso pero armonioso, muy armonioso.

La misión mas importante que tiene el ser humano en la vida es contribuir a su propio crecimiento y llegar a ser lo que potencialmente es. Ramisk

La vida quiso que, hace unos días, volviera a mi en forma coincidente –como sucede todo aquello significativo para nosotros- el recuerdo de la película Mr. Holland’ Opus . Es del año 1995, quizás la hayas visto. Si es así, mi sugerencia es que la vuelvas a ver y si no, véla porque puede operar sobre vos como un manto de serenidad, como guía, como alegría de poder identificarte…

A mí me sirve hoy para hablarte de La Misión.

Puede llevarnos mucho tiempo descubrir cuál es nuestra misión e incluso podemos confundirnos pensando que es una cuando en realidad no lo es. Podemos tener momentos de vacilación, esos en que nos excusamos explicando que las condiciones nos obligan a no ejecutarla, o podemos crear la realidad de que nos estamos desviando por estar impedidos de llevarla a cabo. Podemos perder el rumbo, alejarnos de nuestras prioridades, caer en tentación de emociones inútiles sumergiéndonos en estados de ánimos que necesitarán de una reflexión lúcida y conciente. En este hito, necesitamos tener presente que cuando algo sucede irremediablemente, fácticamente (imposible de cambiarlo) –aunque nos disguste hasta lo más íntimo porque creemos que nos estamos apartando del camino que queríamos para nosotros- estamos entrando en el correcto.

Todo sucede para algo, y te pido que leas bien la preposición “para” e inconcientemente no pienses en “por”. Todo sucede Para algo.

“Seas quien fueres o lo que hagas, si deseas algo con firmeza, es porque ese deseo nació antes en el alma del Universo. Y es tu misión en la tierra.” Paulo Coelho

Y cuando te encuentres sumergido en ese nuevo camino, no lo rechaces, no reniegues. Miralo con otros ojos, da una mirada diferente sobre el asunto y fijate de qué manera lo podés hacer mejor.

Al principio, el desarrollo de tu misión verdadera te pasará en transparencia, no serás conciente de cuánto vas creciendo, de qué manera vas creando, de qué cantidad insospechada de cosas, sos capaz. El quiebre de esa transparencia se realizará solamente cuando te Sorprendas ante logros que nunca imaginaste tener.

Tu misión te dará coraje, audacia, fuerza, decisión y te encontrarás enfrentando situaciones con las imágenes de las cuales, antes sólo te podías pensar huyendo.

Nadie puede construir el puente sobre el cual ha de pasar el río de tu vida; nadie, a no ser tú.
– Nietzsche

En la película que te menciono vas a ver un ejemplo de desarrollo de Misión. Mi sugerencia de que la veas se basa en que -según tu estado con respecto al tema- podrás reconciliarte con tus ideales, tus sentires incomprendidos y tus deseos de dejar tu huella en este tiempo que te toca vivir. Te mostrará que hasta los más genios se confunden, que hasta los artistas con su consabida capacidad emocional pueden a veces, no tenerla con afectos muy cercanos…y no por eso ser seres sin bondad. Y finalmente, tendrás claro que cada uno de nosotros tiene una misión que cumplir, no como un deber sino como el derecho de –en su desarrollo- sentir lo que es la plenitud.

Una horrible intuición lo despertó. Pese al penetrante frío que reinaba en la habitación se incorporó, salió del lecho y se aproximó a la ventana. Tras correr la cortina comprobó que la horrible intuición se había convertido en una horrible realidad.

Sin una queja, resignado a su suerte comenzó a vestirse bajo la atónita y preocupada mirada de su único compañero por años: su perro, viejo como él.

El viento y la lluvia hermanados no cesaban de golpear violentamente los postigos y puertas de su humilde pero estoica vivienda, acostumbrada a tempestades peores que esa.

Se calzó las botas y se enfundó en el grueso capote a prueba de diluvios. Con toda su fuerza abrió la puerta y salió a la intemperie a vérselas con su adversario, el temporal.

Un paso obligó al otro y aunque la lluvia helada taladraba su curtido rostro, en un tiempo escaso salvó la distancia que separaba su refugio de la erguida edificación que lo aguardaba ansiosamente. Volvió a juntar fuerzas, empujó la puerta y entró.

Aliviado, la cerró tras de sí y pudo sacarse el pesado capote y resoplar un poco. Le quedaba un camino cuesta arriba. A esa hora de la noche la inmensa escalera parecía un poco más alta y sus piernas un poco más pesadas, pero no se amedrentó.

Un escalón siguió al otro durante un tiempo que pareció eterno. Apeló a todos sus recursos, malos y buenos, viejos y nuevos, conocidos y a estrenar, para que el sueño y sus ancianas rodillas no lo traicionaran en el viaje. Y subió, subió y subió. Sin fuerzas físicas, solo con las del corazón pudo llegar a destino. Descansó un segundo en la fría y solitaria plataforma y con un nuevo resoplido acometió la tarea que tenía por delante con renovados bríos e increíble fe.

Una hora después su misión estaba cumplida. Sin ganas ni fuerzas para emprender el retorno, se desplomó al pie de su obra y cayó en un sueño profundo pero hermoso, con una serena e inconmensurable alegría que le desbordaba el corazón.

Cuentan los marinos que esa noche el viejo faro alumbró como nunca. Y nadie sabe porqué.
Enrique Rafael Gabriel Momigliano

¿Cuál es tu Misión en la vida?
¿Hacia que dominio se enfoca? ¿Familiar, social, laboral…¿Hacia cuál?
¿Qué estás haciendo para cumplirla?
¿Tus actos te acercan a su cumplimiento?
¿Qué es lo que te sale hacer espontáneamente y con naturalidad que parece que tenés largos años de estudio en el asunto?
¿La tenés escrita?
¿Te gustaría conectarte con vos y escribirla?
¿La querrías convidar para todos nosotros?

Por el placer de compartir.

Vía: http://ritatonellicoach.com.ar

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