Revista Opinión

Misioneros de la causa

Publicado el 16 agosto 2011 por Miguel @MiguelJaraBlog

Ayer paseando por el centro de Madrid, hay que tener ganas con la caloo que hacía, topé con algunos fetiches de mi infancia. Resulta que mi padre ha tenido un accidente, cayó en la calle y se ha hecho daño en brazo y pierna izquierda con los que aterrizó, nada por suerte, no hay rotura ni nada de qué preocuparse. Fui a visitarle al barrio donde vive, Retiro, más hacia Moratalaz que es donde residían mis progenitores cuando nací. El barrio estaba a la espera de. Es un espacio a veces inhóspito en agosto pues las familias de clase media que acoge suelen tener la costumbre de “veranear” y no estaban. Altos edificios convergen con amplios espacios ajardinados pero ni por esas consigue transmitir. A mí ese barrio me parece que siempre está a la espera de que algo ocurra, pero nada ocurre al menos desde que en unos portales más abajo vivía Felipe González antes de comenzar a dar problemas en serio.

Misioneros de la causa
Hacía tanto tiempo que no volvía por mis raíces (o parte de ellas) que me acerqué al colegio donde cursé desde parvulario hasta COU. En su amplio solar encontré las antiguas dependencias de ladrillo; las nuevas, un edificio de hormigón y persianas de colores en cuyo frente puede leerse Escuela infantil; y un inmenso socavón cuya profundidad es mayor que la altura del edificio principal y que va a destinarse a aparcamiento para el barrio -supongo que de pago pues se ofertaban plazas-. Entiendo, no lo sé, que la gracia está en construir bajo el patio en el que jugábamos un garaje para que la venta de plazas sufrague los gastos del edificio educativo para la infancia.

Alguien decidió por mí bautizarme y luego que estudiase en ese colegio cuya “formación espiritual” corre a cargo de la Obra y no precisamente de la empresa que está haciendo el aparcamiento soterrado sino del Opus Dei. Espiritual sería pero yo no he conseguido ver a Dios que es lo que me hubiera gustado si existiese y sí otras cosas que no me gustaron nada y que ya algún día pasaremos a detallar.

Los hoteles, las calles, el parque del Retiro acogían a grupos de personas fácilmente distinguibles por sus coloridas camisetas que les uniformaban. Unos con T-shirt verde con el logo de CajaMadrid en el pecho y la inscripción Voluntario en el dorso. Otras con camisetas amarillas, banderolas con escudos de antiguo aspecto y sombreros tipo boy scout y banderas de sus respectivos países aderezadas con el señuelo Vaticano. Algo gordo se había celebrado, una gran misa o algo así pues desde la salida del Retiro que da a la calle Alcalá hasta la esquina de esa con Gran Vía, vallas de protección y enormes andamios con altavoces anunciaban la visita del Papa y un enorme pedestal o escenario en el que había numerosos curas daba a entender que el ensayo había acabado por hoy (por ayer). Una banda de música -celestial supongo- ofrecía su último entreno.

Todo esto viene a cuento de la Educación. Somos en buena medida como hemos sido educados. Todo lo que vi y aprendí entre aquellas paredes de ladrillo visto en mi infancia me hicieron escéptico, quizá en exceso (recuerdo una tarde en que hace años mi maestro periodístico -Premio Nacional de Periodismo- me recriminó ser un escéptico radical: “es que no se puede hablar contigo Miguel, no te crees nada…”, me dijo. Bueno, exageraba, claro) y crítico, muy crítico con casi todo. Cuando ayer durante mi paseo caminé bajo la fachada de la Consejería de Educación de Madrid la pancarta que tienen colgada de bienvenida al Papa me preocupó. Podemos pensar que sólo es un símbolo pero es que hay símbolos que actúan como esos árboles que no nos dejan ver el bosque y luego con toda la pena del mundo nos vemos obligados a emplear años en talar ese árbol para poder disfrutar del bosque.

PD: Es que se están privatizando escuelas infantiles que eran públicas y se está permitiendo a la ideología de los poderes que nos han metido en esta crisis infiltrarse en los centros educativos.

La foto ofrece una visión de los confesionarios que hay montados a lo largo de todo el paseo de Carruajes del Retiro. Me paré a hacerla con el móvil y una pareja de voluntarios de CajaMadrid se acercaron como diciendo… esta la he encontrado en la red porque soy incapaz de sacar las mías del móvil, es la primera vez que hago una foto con un teléfono

;)


Volver a la Portada de Logo Paperblog