Revista Opinión

Misiones.

Publicado el 24 mayo 2019 por Carlosgu82

Hola, quiero hablar sobre algo que aprendí de algunas personas misioneras, sabias que nosotros podemos contribuir grandemente para que las personas de alrededor del mundo conozcan de Dios, hay muchísimas maneras de hacerle bien a los de nuestro alrededor y hoy quiero tocar el tema de 3 formas de bendecir vidas una es orar, dar o ir, no es nada imposible servir para el reino de Dios para empezar nada nos puede impedir orar, para esto solo necesitamos nuestra mente, podemos orar por las personas que van a predicar la palabra alrededor del mundo y por las personas que la van a oír para que pueda entrar en su corazón, se que existen personas que agarran un mapa y se ponen a orar por los países, ciudades que van encontrando en el mapa o tienen un plan de oración para ir orando por esos lugares o también puedes tomar 5 ciudades o países que Dios ponga en tu corazón para orar por su gente y por las personas que van a hablarles el evengelio, o puedes orar por los ministerios que se encargan de dar las buenas noticias en esos lugares, puedes orar por lugares que están en guerra o están muriendo de hambre, el dar, es algo hermoso, saber que somos administradores de lo que Dios nos da, podemos dar, podemos investigar en Internet sobre ministerios y pedirle a Dios en cual podemos dar, para que manden más misioneros o tengan recursos para enviar cosas como comida, ropa, también podemos ir pero recuerda cualquiera de los 3 siempre pidiendo dirección a Dios, el ir implica dar tu tiempo, puedes ir a evangelizar a lugares donde casi no saben quien es Jesús, puedes ir a donde están muriendo de hambre, puedes ir a donde hay guerra, pero siempre debemos pedir dirección de Dios porque así como en países y ciudades lejanas a nosotros necesitan ayuda también a nuestro alrededor hay mucha necesidad, con el vecino o en el hospital que está en nuestra ciudad o con nuestra familia, si estámos en comunión con Dios el va a llevarnos conforme su agradable y perfecta voluntad.

Pero recordemos pedir a Dios siempre amor porque esto es lo que quiere Dios.

Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
1 Corintios 13:1-3

MISIONES.


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