Revista Europa

Miskolc

Por Desde Hungría
Miskolc es la cuarta ciudad más grande de Hungría por población, con 161.000 habitantes. Situada junto a los montes Bükk, la ciudad se encuentra prácticamente rodeada de montañas, algo difícil de ver en este país, y a ello debe su particular forma alargada. Su próspero pasado y decadente presente le dan un aire peculiar. Lo diré sin rodeos: Miskolc no es la ciudad más hermosa de Hungría precisamente, y merece más la pena visitar Pécs o Szeged antes que venir a Miskolc. No obstante, es injusta la mala fama que tiene entre los húngaros, porque en los últimos años se han reformado varias plazas y calles del centro, mejorando mucho la ciudad. En los alrededores, sin embargo, hay sitios más populares que atraen a bastantes más turistas, aunque en esta entrada me centraré en Miskolc.
Tras la pérdida de los territorios de Trianon, la entrega de Kassa (Kosice) a Eslovaquia convirtió a la ciudad de Miskolc en la nueva referencia de la región norte de Hungría, y comenzó un espectacular desarrollo, que continuó en la época socialista con la construcción de enormes acerías que atrajeron mano de obra de todo el país. Nuevos y enormes barrios característicos de este período se construyeron a las afueras. Con la caída del socialismo, la industria cerró y comenzó un declive económico y social que continúa a día de hoy. Algunas cifras son alarmantes: la ciudad ha perdido la cuarta parte de la población (llegó a tener casi 210.000 habitantes en los años 80), y en la reciente crisis el paro llegó hasta el 12% (casi el doble que la media nacional), aunque en algunas partes de la provincia puede llegar incluso al 30%. Los altos niveles de desempleo se han reducido con los mal pagados programas de empleo público del gobierno, y son la base de la economía local junto a los fondos de cohesión de la Unión Europea y las bajas pensiones de los numerosos jubilados que en su día trabajaron en la ya clausurada industria. La gente joven es cada vez más escasa, pues muchos se marchan a Budapest o fuera de Hungría en busca de mejores oportunidades. Esta parte del país (región Norte) es la más pobre de Hungría, y la octava más deprimida de toda la Unión Europea.
La forma más rápida y cómoda para llegar a Miskolc desde Budapest es, sin duda, el tren. En apenas dos horas (si no hay retrasos, algo que es habitual), los intercity (algo caros, pero razonablemente cómodos) conectan ambas ciudades. Si disponemos de vehículo propio, llegaremos en poco más de hora y media por la autopista M-3, desviándose por la M-30 que termina en las afueras de Miskolc.
La estación de tren no está cerca del centro. Podemos ir andando a través de un paseo de unos 20 minutos en la que no hay nada interesante que ver, o en los modernos tranvías (hasta la para de Villányrendőr). La ciudad ha recibido bastantes fondos, especialmente de la Unión Europea, lo que ha permitido regenerar varias zonas que son interesantes, rodeados de zonas con un aire decadente de los edificios abandonados, mezcla que me parece curiosa e interesante. La principal arteria de la ciudad es la calle Széchenyi, por donde circulan los tranvías, y de la que abren la mayoría de plazas y lugares de interés.
Miskolc
Miskolc
MiskolcLa calle Széchenyi, en las fotografías superiores, es la principal arteria de Miskolc.
Justo antes del edificio del teatro, a mano derecha sale una calle (Déryné utca), con bastante encanto, que termina en Hősök tere (plaza de los héroes). La mejor época, para mi gusto, es Abril o Mayo, cuando sus árboles están en flor, y le añaden más belleza. Muy cerca está otra placita, Deák Ferenc, por la que merece la pena pasar, y un poco más al norte, otro de mis sitios favoritos, es la plaza de Petőfi Sándor, con su espectacular iglesia de madera de fondo.
MiskolcDéryné utca.
MiskolcDeák Ferenc tér.
MiskolcIglesia de madera junto a Petőfi tér.
Pero mi sito favorito es, sin duda, la Szinva Térasz (terraza del río Szinva), un poco después de Déryné, donde uno puede sentarse en los bancos y las escaleras a charlar o descansar, aunque sin duda la mejor opción es tomar algo en las terrazas de los bares de la plaza (los pocos buenos bares de Miskolc están aquí). También allí están las famosas esculturas de las chicas de Miskolc (Miskolci lányok) y la de un perro que llegó a salvar un montón de vidas. En la misma plaza recomiendo para llenar el estómago el Bitang Joe, una hamburguesería con precios bastante atractivos y cantidades más que razonables de comida casera.
MiskolcSzinva terasz.
Miskolc"Miskolci lányok", las chicas de Miskolc.
Si seguimos por Széchenyi, llegamos a Erzsébet tér, otra agradable placita en la que descansar, con el edificio de los antiguos baños termales (hoy centro de belleza y estética privado), para reponer fuerzas antes de subir a la colina de Avas, pasando por su cementerio (merece la pena dar una vuelta, porque aunque es un cementerio, es bastante bonito) y la iglesia. Por la subida, a través de calles empedradas, podemos encontrar algunas bodegas, ya que en las cuevas excavadas de la montaña, con una temperatura más fresca y sin la agresiva luz solar, se almacenan en condiciones óptimas los vinos elaborados en la región. El día que yo fui estaban cerradas y en obras, no sé si es que tan solo abren en verano o si están en proceso de remodelación, pero la verdad es que la iniciativa es buena y poder tomarse un vino o comer en una bodega en la colina Avas tiene mucho encanto. El problema es que la ciudad tiene muchas dificultades económicas, y pese a que se intenta desarrollar el turismo, la escasa demanda es sin duda un problema.
MiskolcErzsébet tér.
Si seguimos subiendo, llegaremos a la enorme antena con un mirador al aire libre y gratuito que tiene las mejores vistas de la ciudad, y que compensa el esfuerzo de la subida.
MiskolcEscaleras para subir el monte Avas, con la plaza Erzsébet al fondo.
MiskolcVistas desde la antena.
MiskolcBodega en la colina Avas. Como se aprecia en la fotografía, en obras. Supongo que preparándose de cara al verano.
Por último, al extremo oeste de la ciudad (merece la pena ir en tranvía desde el centro), está el castillo de Diósgyőr (barrio homónimo), uno de los más famosos y mejor conservados de Hungría (que tampoco está muy bien conservado, pero es que la mayoría de castillos húngaros están directamente en ruinas). La entrada es algo cara (1.500 forint los fines de semana, 1.200 para los estudiantes), aunque merece la pena si se va cuando hay exhibiciones, a unas horas concretas, de batallas y modo de vida de la época, con actores). En su página web (en inglés) hay información sobre esto.
MiskolcCastillo de Diósgyőr, aún en obras, en mi primera visita a Miskolc en 2013.
A finales de invierno, cada año, se celebra el Kocsonyafesztival, una fiesta en el centro de la ciudad con desfiles, disfraces y gastronomía húngara por doquier. Es la época más animada de esta tranquila ciudad, si bien finales de invierno, en mi opinión, no es la mejor época favorita para ir a Miskolc debido al intenso frío. Pero es otra opción más.
Como dije antes (y expliqué en una entrada anterior de este mismo blog sobre el norte de Hungría en general), los grandes atractivos de Miskolc son sus alrededores más que la ciudad en sí. Hay 3 lugares imprescindibles: la cueva-balneario de Miskolctapolca, el lago Hamor junto al palacio de Lillafüred en las montañas Bükk y el pueblo vinícola de Tokaj.

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