Revista Viajes
Se puede decir que llegó el verano en la capital madrileña, y con ello las ganas de consumir productos que nos ayudan a sentirnos más frescos, como por ejemplo es el caso de los helados. Hoy os recomiendo una heladería que he visitado hace muy poquito, un sitio muy especial donde hacen los helados con mucho mimo.
Fue el 7 de Junio de 2013, cuando esta heladería decidió abrir sus puertas en la calle Agusto Figueroa (Madrid). Por lo tanto se puede decir que estamos de aniversario. Son fieles defensores de un estilo de vida saludable, el respeto por el medio ambiente y la comida sana y natural. Valores que hoy en día se les dan más importancia y que esta heladería, sin duda, trasmite a sus productos.
En cuanto al respeto del medio ambiente, lo demuestran en los materiales utilizados cada día, como son: los envases, las cucharillas, las servilletas. Todos ellos, están elaborados con materiales reciclados. Incluso el mismo local, está decorado con maderas recicladas.
Otro punto muy favorable, es la calidad de los productos. La leche, la nata y el yogur que utilizan en los helados, proceden de una granja en las afueras de Madrid. El té y el café son orgánicos y proceden de comercio justo. Por último, las mermeladas son naturales, no contienen ningún ingrediente artificial ni conservantes, por eso tienen la variedad según la fruta de temporada.
Una de las cosas que hacen destacar a esta heladería, es la forma en la que tienen de servir los helados. Tienen una placa de granito a una temperatura de -20ºC, ponen directamente el sabor de helado que elijas y el topping que más te guste y lo mezclan con unas espátulas, consiguiendo con ello una textura mucho más cremosa, que si pusieran el helado y el topping encima directamente, sin ser tratado. Puedes elegir entre helados de distintos sabores, o sorbetes realizados con el 50% de fruta y agua. ¡No hay excusa para la dieta!
No sólo se pueden degustar los riquísimos helados, también podemos disfrutar de un buen café, un té, zumos naturales de frutas de temporada, bizcochos, tartas, etc. Es un local pequeño, pero que sin lugar a duda no pasa desapercibido.
Por último, he de destacar el trato amable del personal, ya que te explican el modo peculiar que tienen de servir sus helados, te recomiendan sabores e incluso posibles combinaciones entre sabores y toppings, cosa que yo agradecí ya que no sabía qué sabor elegir. ¿Os han entrado ganas de un helado? ¿Habéis estado en este local?