La mitomanía, también conocida como pseudologia fantastica, es una psicopatología en la cual el individuo siente un impulso incontrolable de mentir. Este trastorno se describe como una condición en la cual un individuo se vuelve mentiroso compulsivo, a menudo sin razón alguna, hasta el punto de llegar a creerse sus propias mentiras.
La mentira compulsiva no es parte del comportamiento típico humano, si bien todos hemos mentido en alguna ocasión y en defensa de alguna causa específica, son episodios aislados que generalmente no se asocian a ningún trastorno psicológico.
Las personas que mienten compulsivamente generalmente presentan otro tipo de trastorno de carácter mayor o padecen depresión, baja autoestima e inseguridad emocional. Sin embargo, a veces, los individuos pueden estar mintiendo simplemente para que sus vidas parezcan más emocionantes, cuando en realidad ellos mismos creen que sus vidas son desagradables o aburridas.
Las historias contadas tienden a presentar al mitómano favorablemente. Éste prioriza a su propia persona, adornándola fervientemente y contando historias que los presentan como héroes o víctimas. Por ejemplo, una persona que sufre mitomanía puede ser presentada en su falsa narración como alguien súper valiente que venció diferentes obstáculos increíbles o como alguien con gran poder y riqueza; pero también puede ser presentada como alguien que ha sufrido mucho, que le han hecho cosas imperdonables en su vida y sin embargo sigue adelante luchando. Quizás en estos casos la persona mitómana está ejerciendo cierto tipo de chantaje emocional en el otro, intentando que con sus mentiras falsas se lo acepte o se lo priorice.
La mayoría de las relaciones personales de las personas mitómanas son débiles y no logran llegar a buen término, pues fallan en el momento en que el padeciente no quiere afrontar su condición y proyecta en el otro su psicopatología.
Causas de la mitomanía
Hay un debate significativo sobre las causas de la condición; aunque aún se desconocen las causas específicas que causan la mitomanía, se estima que hay una serie de factores que juegan un papel fundamental sobre las causas de dicha condición.
Según algunas investigaciones se cree que la mitomanía o pseudología fantástica puede ser el síntoma de diferentes tipos de trastornos de personalidad, entre ellos se encuentran: trastorno de personalidad bipolar, trastorno de personalidad narcisista, trastorno borderline de la personalidad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de personalidad histriónica.
El ambiente, el entorno y otros factores psico-sociales son otras de las causas más habituales que generan mitomanía.
A veces, algunas personas que han sufrido traumas en la primera infancia, utilizan la mentira como un mecanismo de supervivencia y comienzan a mentir para intentar escapar y olvidarse de aquel evento desagradable que vivieron en el pasado.
Síntomas de la mitomanía
Algunos de los síntomas típicos que presentan las personas que padecen mitomanía son:
- Ansiedad extrema
- Inseguridad emocional
- Falta de autoconfianza
- Baja autoestima
- Estrés
- Traumas psicológicos
- Depresión
- Trastornos alimenticios
- Confusión
- Distorsión de la realidad
- Tendencia fabricativa crónica
Tratamientos de la mitomanía
Existen diversos tratamientos que ayudan tratar la mentira compulsiva o mitomanía. Aunque el tratamiento brindado dependerá del grado que presente dicho trastorno.
La terapia congnitivo-conductual es la más utilizada. Usualmente esta psicoterapia se utiliza para tratar las psicopatologías asociadas a trastornos mentales. En este caso, si no hay otro trastorno existente del cual la mitomanía sea un síntoma, se le ayudará al paciente a encontrar el origen de su baja autoestima o falta de autoconfianza, para que de este modo entienda cual es el foco que genera su condición. También se le brindarán herramientas para que trabaje en su personalidad y autoconocimiento, y a partir de este punto construya los fundamentos fuertes de una personalidad sana y transparente.
La mitomanía en sí, no es un trastorno que se pueda tratar con medicamentos; pero sí, en ayuda de estos, se pueden disminuir los síntomas asociados a dicho trastorno.
Algunas personas también optan por realizar técnicas de relajación para disminuir los síntomas de esta psicopatología. Entre las técnicas más utilizadas podemos encontrar: meditación, yoga, pilates, ejercicios físicos como correr o montar en bicicleta, o realizar algún deporte que nos mantenga alejados de pensamientos que impulsan a mentir.
Cabe remarcar que la comunicación es un instrumento básico e indispensable para resolver cualquier tipo de problema psicológico; ofreciendo herramientas sociales y comunicativas que son eficaces para llevar a cabo una buena salud psíquica.