Revista Coaching

Mitos sobre el coaching

Por Joseluisp

Mitos sobre el coaching

En mis talleres sobre coaching veo que cada vez son más las personas que conocen nuestra profesión. Sin embargo, algunos asistentes traen algunas ideas sobre los coaches que no dejan de sorprenderme. Probablemente los responsables somos aquellos que nos dedicamos a hacer difusión de lo que hacemos y que no siempre sabemos transmitirlo.

Así que estoy preparando para mis próximas sesiones material para desmitificar algunas ideas sobre nuestro oficio. Allá van algunas:

Los coaches viven en la perfección: como en todas las profesiones, los coaches desarrollamos actividades de marketing y comunicación para dar a conocer nuestros servicios. En ellas nos presentamos con una imagen impecable, trasmitimos seguridad e intentamos dar las respuestas correctas. Sin embargo en la vida real cometemos los mismos errores que el resto de las personas. Una de las distinciones que consideramos más importantes en nuestra profesión es la de la vulnerabilidad. Sólo podemos conectar con las personas, con sus emociones y con sus contradicciones desde nuestra vulnerabilidad, desde nuestras heridas, compartiendo nuestra convicción de que no somos supermanes y de que, igual que el resto de los mortales, nos hemos equivocado en casi todo.

Tenemos además con una segunda distinción: el egoless. Sabemos que para que una sesión de coaching funcione es imprescindible que nuestro cliente se encuentre en un espacio confortable. Para ello el coach debe prescindir de su ego y limitarse a escuchar a la persona de manera activa, desde la humildad y sin emitir juicios ni opiniones.

Los coaches son unos seres encantadores: trabajamos con las personas para acompañarles a alcanzar sus objetivos. Para ello necesitamos crear un entorno seguro. En nuestro proceso utilizamos algunos recursos como la metáforas, la poesía, las imágenes o la música. Sin embargo, esto no significa que vivamos en mundo rodeados de belleza y de buenas intenciones.

No seríamos buenos profesionales si nos limitaramos a decirles a nuestros clientes lo que quieren oir con muy buenas palabras. Lo cierto es que en muchas ocasiones les incomodamos y los desafiamos a salir de su zona de confort.  A veces les acompañamos a descubrir qué responsabilidad tienen en todo lo que les sucede, o a desmontar los juegos que ponen en marcha para autoengañarse y desconectarse de la realidad. En ocasiones nuestro trabajo gira en torno a los objetivos de negocio del cliente, a sus competencias profesionales, a los conflictos con las personas de su entorno y a situaciones que muchas veces se alejan de ese tono positivo que damos a nuestros blogs.  Trabajamos para que nuestros clientes alcancen sus metas y, en muchas ocasiones, el proceso no es un camino de rosas.

Cualquier persona puede hacer coaching: un proceso en el que se trabaja con las emociones de las personas, con sus creencias, con sus miedos y con sus contradicciones no se puede improvisar. En mi caso yo me formé y me certifiqué con parámetros internacionales. Esto beneficia al cliente, pues me compromete a desarrollar mi trabajo respetando un código deontológico que protege sus intereses legales y éticos.

Por ello es interesante, si está a punto de contratar un coach, que se informe sobre sus acreditaciones. Como en cualquier profesión, cualquier persona puede hacer coaching pero siempre que haya completado el itinerario de formación y experiencia que le capacita para ello.


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LOS COMENTARIOS (1)

Por  msainz
publicado el 02 noviembre a las 16:14
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Me parece muy importante informarse antes de contratar a un coach. Así como nos tomamos el tiempo para averiguar antes de recurrir a un médico, debemos hacer lo mismo cuando buscamos a un coach. Muchas veces los clientes se sorprenden cuando me contactan y lo primero que hago es explicarles mi recorrido laboral y mi carrera universitaria. Es nuestro deber como profesionales y es el derecho de los clientes el tener toda la información necesaria para tomar la mejor decisión