Muchas personas pasan sus vidas evitando su dolor principal debido a sus creencias falsas sobre él. Descubre la verdad sobre lo que cura el dolor central.
En un taller del fin de semana, una señora compartió que ella trágicamente perdió a su hijo querido en un accidente hace algunos años.
"No pensé que podría sobrevivir el dolor hasta que leí que el amor nunca se va, que tengo que mantener mi corazón abierto para que pueda seguir sintiendo su amor por mí y compartir mi amor por él. La pérdida es manejable para mí, y de hecho, estoy haciendo muy bien, tengo nuevas pasiones en mi vida y estoy disfrutando plenamente de mi vida, mientras continúo amando a mi hijo. Lo siento aquí, en mi corazón, todo el tiempo, y eso me da paz".
Debido a que todos teníamos mucho dolor de corazón como hijos, como la soledad, la angustia, el desamparo o el dolor, y no teníamos forma de manejar estos sentimientos extremadamente dolorosos, crecimos con algunas falsas creencias sobre el dolor central:- Si pierdo a alguien a quien amo, o si me abro a la profundidad del dolor pasado, moriré o me volveré loco.
- Si abro la profundidad de mi dolor, será interminable.
- Si abro mi dolor, no podré funcionar.
- Si bien estas creencias pueden ser verdaderas cuando estamos en nuestro yo herido, no son en absoluto ciertas como un adulto amoroso.
La pérdida de un niño amado es una de las experiencias más dolorosas en la vida. Sin embargo, esta mujer lo está haciendo bien, viviendo su vida con alegría y paz interior. Estaba tan complacida que ella compartió esto con el grupo, ya que es un maravilloso testimonio del poder del amor y el poder de nuestra conexión espiritual.
Sólo hay una forma en que el dolor del núcleo es manejable, y eso es con el amor.
El amor no desaparece solo porque alguien muere. El amor es la esencia de quienes son, y aunque es muy doloroso no poder verlos físicamente y abrazarlos, su amor no se ha ido y nuestra capacidad de expresar nuestro amor a ellos no se ha ido.
Debido a las falsas creencias sobre el dolor central, la mayoría de la gente pasa sus vidas encontrando infinitas maneras de evitar su dolor principal. Y todas las maneras en que evitamos nuestro dolor principal causan nuestro dolor herido. Ignorando tus sentimientos permaneciendo en tu mente en vez de en tu cuerpo, usando sustancias y procesos adictos, entregando a otros la responsabilidad de tus sentimientos y definiendo tu valor, juzgándose a ti mismo, todas son formas de autoabandono y todas conducen a ansiedad, ira, vacío, soledad, culpa y vergüenza.
El dolor herido desaparece cuando usted abraza su dolor de la base con amor. Su dolor diario (la angustia de la conducta desamorosa de otros, el dolor de ver las tragedias de la vida, el dolor de varios tipos de pérdidas) PUEDE ser manejado con amor.
El amor es Dios y Dios es amor. Cuando nos abrimos a aprender con nuestra guía espiritual sobre el amor a nosotros mismos, automáticamente estamos invitando el presente del Amor a nuestros corazones. Es el Amor que sana, el Amor que nos capacita para manejar nuestro dolor, el Amor que nos permite seguir adelante con la vida cuando la tragedia golpea. Sin Amor, podemos volvernos locos o no ser capaces de funcionar, y el dolor será interminable. Sin Amor, la vida es demasiado dura sin nuestras diversas adicciones.
El amor esta en todas partes. Vivimos en un mar de amor. Es lo que somos en nuestra alma y lo que somos en nuestro Espíritu. Sólo necesitamos abrirnos para aprender con nuestra Guía sobre amar a nosotros mismos para sentir el Amor que siempre está aquí para nosotros.
El amor es lo que nos permite movernos a través del dolor central y hacia la alegría de la vida. El amor es lo que nos permite dejar de lado las adicciones y nuestras muchas maneras de controlar.