Revista Infancia
Desde hace unos años está en boga la medicina basada en la evidencia, que no es otra cosa que aplicar el resultado de los estudios médicos con buena calidad científica al servicio de la salud. Esto ha dado lugar a que donde “dije digo digo Diego”. Que si los niños tienen que dormir boca abajo, que si ahora tienen que dormir boca arriba… Y se han podido desterrar prácticas perjudiciales (aplicar povidona yodada al cuidado del cordón umbilical) o innecesarias (colocar una faja para la resolución de la hernia umbilical). En general el sentido común es buen consejero a la hora de cuidar un recién nacido. Y son pocos los cuidados que haya que hacer de forma científicamente probada como beneficiosa. E incluso éstas puedan cambiar con el tiempo. Actualmente se recomienda la posición para dormir del recién nacido boca arriba, la lactancia materna como mejor alimento para el bebé, no fumar, transportar al recién nacido siempre de forma segura en los coches, en niños amamantados no usar el chupete hasta que la lactancia materna esté bien establecida (4-6 semanas), administrar vitamina D adicional durante el primer año de vida… Tal vez, pasados unos años, algunas recomendaciones cambien; pero es cierto que la información científica disponible es cada día mayor en cantidad y calidad, por lo que muy probablemente estemos criando niños más saludables que antaño. No sé si estarán muy de acuerdo los abuelos… Puedes escuchar una entrevista sobre el tema aquí