Mocos y flemas en los bebés

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Entre los cuidados de los bebés, también hay que prestar atención a los aspectos más básicos de su salud, teniendo en cuenta también los mocos y flemas. Estos dos aspectos, si no se cuidan, pueden hacer que el bebé respire con dificultad o le cueste respirar, sobre todo teniendo en cuenta que no saben respirar por la boca todavía.

Los bebés recién nacidos no saben respirar por la boca, así que suelen respirar por la nariz, por eso es tan importante que su nariz se encuentre libre de mocos. Se debe vigilar que el bebé no tenga mocos. El mejor momento para quitarlos es cuando están más blancos y no se encuentran tan adheridos, principalmente después del baño. No se recomienda para nada utilizar bastoncillos para quitarle los mocos, ya que se pueden meter más en vez de sacarlos.

En caso de que el bebé tenga la nariz demasiado congestionada habrá que acudir al consejo del médico, ya que la automedicación o los intentos de descongestionar sin éxito pueden hacer más mal que bien al bebé. Por eso mismo, en caso de que sea complicado manejar el tema y quitar los mocos del bebé se debe pedir consejo al médico.

Muchos recién nacidos tendrán flemas, es algo habitual. Para ello se tiene que contar con una pera con la que extraer las flemas. Hay que tener en cuenta que las flemas impedirán a los bebés respirar. A la hora de extraer las flemas hay que hacerlo bien, se le coloca apretada y despacio por detrás de la lengua se va soltando de manera que la pera aspire las flemas. La posición del bebé en este caso debe ser de lado. En caso de dudas, se debe consultar con el médico para que asesore sobre la mejor forma de quitar las flemas o a alguien con conocimientos.

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