Lo del príncipe azul no lo tomo al pie de la letra, quizás porque no he leído suficientes cuentos de hadas y, por otra parte, nunca me han fascinado los títulos nobiliarios sino lo que había detrás de cada persona. En todo caso, no será hoy el día en que lance al mundo la pregunta de dónde están los hombres interesantes.
Fuente: findch.com
Sí que plantearé, sin embargo, lo difícil que puede ser encontrar calzado. La mayoría de las mujeres sienten un amor loco por los zapatos, si soy sincera los zapatos me gustan pero tampoco es que me fascinen especialmente. Ello no quita que tenga repartidos entre distintos armarios un centenar de pares de zapatos. Pues bien, ahora es cuando tengo que confesaros que la mayoría de los zapatos que tengo me dan problemas.Ya es problema calzar en España una talla 41 y, de hecho, comentaba cómo casi me echaron de la tienda de Manolo Blahnik por ser una “bigfoot”. Aún se complica más la historia el día que te comunica un experto que tienes los pies “valgos” y te empieza a dar una lista interminable de zapatos que jamás deberás calzar. Lista que te entra por un oído y te sale por el otro porque te niegas a pasarte la vida con los pies en zapatos ortopédicos.
Siendo realista, entiendo que a muchas marcas no les sale “rentable” hacer zapatos de tallas grandes y también comprendo que los amigos Jimmy, Manolo y Christian no diseñen una línea especial para clientas con pies valgos.
Ahora me encuentro inmersa en la búsqueda de zapatos de fiesta y es que el mes que viene tengo una boda y, si soy sincera, vestido y tocado no me quitan el sueño pero sí los zapatos. ¿Hago como siempre y aparezco de plano (sin que el señor podólogo se entere) o me subo a unos zancos para poder empatizar con mis congéneres cuando se quejen del dolor que les producen los tacones? ¿Llevo mis sandalias planitas de Jimmy Choo, que sirven tanto para un roto como para un descosido u opto por comprar zapatos online en Menbur? En fin, no sé qué haré… De momento, sigo a la búsqueda y captura, eso sí, con la esperanza de que repentinamente se ponga de moda ir a las bodas en zapatillas de running… ¿no podríamos llevar eso del “sport chic” un poco más lejos, por favor?
Feliz fin de semana, disfrutadlo descalzos por el parque!
Ginebra
Puedes seguirnos por Facebook o Bloglovin!!
Suscríbete por e-mail!: