Hace unos días un familiar nos llamó para decirnos que había adquirido un immueble y que tenía que desalojarlo antes de empezar a hacer obra en él. Ni cortas ni perezosas, allí nos presentamos para ver qué podíamos aprovechar. Un par de lámparas, un espejo y poco más es lo que había aprovechable, pero.... nuestros ojos se posaron como platos en las puertas de diversos muebles de aglomerado, bastante feos, todo sea dicho de paso. Pero las hermosas molduras que las adornaban nos iban a ser de muchísima utiliadad.
Para acelerar el traslado, nos llevamos directamente las puertas al taller, y allí, con paciencia, martillo y destornillador, despegamos con cuidado todos y cada uno de esos atractivos adornos.
¡Nos hicimos con una colección espectacular! ¿A que sí?
Elegimos una de las molduras para hacer nuestro Diy, pintamos el molde sobre una plancha de virutas de madera y cortamos con la segueta.
Tiramos de una de las revistas vintage que almacenamos en el taller, para recortar imágenes de moda y hacer nuestra propia composición.
Éstas fueron las bellezas elegidas....
Superpusimos a nuestras modelos estrategicamente....
Y aplicamos con cola de decoupage sobre nuestra plancha base.
Color a la tiza a nuestra moldura en tono acorde con las láminas vintage y....
... un suave tono dorado con pincel seco en aristas....
Una observación... ¡cómo cambia el color verde con luz natural y con artificial! Pero no nos importa, el resultado, creemos, queda impecable, aunque pequemos de soberbias, ¡Y es que nuestra moldura es de lo más agradecida!
En la trasera, y con silicona caliente colocamos un pequeño colgador (nuestro cuadrito apenas pesa) con el que situar este nuevo trabajo en la pared que más nos guste.
Una de nuestras Julias que bajó al taller nada más terminarlo, quedó fascinada con ese aire tan retro y chic de este sencillo trabajo, ¡y nosotras encantadas! ´Con él nos vamos a casa de Marcela para presentarlo en su Finde Frugal y disfrutar de las demás propuestas. ¿Venís?
¡Feliz fin de semana!