Hasta el día 9 de abril en el Centro de Arte Mutuo de Barcelona se puede visitar “Bleu en Français“, obra del joven diseñador de moda Manuel Bolaño y del artista emergente Miguel Leal, una exposición que bajo el mismo nombre de la colección p/v 2014 muestra cómo evolucionan la moda y el arte a través de la fusión de ambos procesos creativos. La colección está inspirada en el amor, pero no desde una perspectiva dulce, sino como un sentimiento doloroso y no correspondido, tan fuerte que hace sufrir.
Los artistas exponen una serie de piezas exclusivas como tejidos, bocetos, diseños inéditos y una camiseta creada por los dos artistas para la ocasión que se vende a un precio de 50 euros hasta el próximo 9 de abril.
El color ha servido de fuente de conexión para Manuel Bolaño y Miguel Leal , ya que las manchas que utiliza el artista en sus ilustraciones, así como sus trazos impulsivos o sus dibujos de estética naif, que coinciden con los usados por el diseñador en la elección de los tejidos y en el diseño de los colores, repletos de simbologías.
Así, el color azul representa los recuerdos y todo lo bello que se deja atrás por amor, mientras que el tono nude hace referencia a las contradicciones que conlleva este sentimiento.
En cuanto a los tejidos, la organza simboliza la transparencia de los sentimientos cuando aparece el amor, que provoca la ruptura de barreras como la timidez o el pudor.
El diseñador Manuel Bolaño, que trabajó con el equipo de creadores de la firma Mango en el 2007, recibió el premio a la mejor Colección de Bread & Butter (Barcelona) y ganó el concurso de Jovenes Creadores de Madrid ese mismo año. Fue también el ganador del Premio a la Mejor Colección Femenina en dos ediciones de la 080 Barcelona Fashion con sus colecciones Primavera-Verano 2011 y 2012.
El artista emergente Miguel Leal ha expuesto su obra en galerías de París, Tolouse, Tours, Barcelona, con unos trabajos en los que siempre enfrenta la pulsión de la belleza frente a lo monstruoso. Miguel Leal trata su lienzo como un muro que podría estar en una desolada calle, en el reverso de cualquier edificio o en un callejón y su estética nace de la mancha de sus colores o de sus impresiones fotográficas.