Moda y Tendencia verano 2011/2012

Pier Paolo Picciolo y Maria Grazia Chiuri se han instalado en la tranquilidad que da, por un lado, el haberse liberado de la etiqueta de recién llegados y, por otro, el contar ya con una estética definida, coherente con el legado de la casa y que además es rentable desde el punto de vista de las relaciones públicas y de las ventas.

Ese estado mental en el que se encuentran los italianos es positivo, en cuanto a que pueden centrarse en idear colecciones sin tener en cuenta otros aspectos que nada tienen que ver con la creatividad, pero también tiene un lado más peligroso, si esa tranquilidad se confunde con recurrir al éxito seguro.
Es indudable que la propuesta para la próxima primavera está bien planteada e infinitamente bien ejecutada. Los vestidos son armónicos compendios de romanticismo, que encuentran en el encaje el material perfecto para dar con esa estética de ninfa renacentista. En todas sus variantes –guipur, Chantilly, o telas exquisitamente perforadas-, el material se convierte en el pilar fundamental de la propuesta. Los pocos looks que encontramos en seda u organza pintada ganan protagonismo por insólitos e inesperados. La paleta de color, aunque con querencia por el blanco, el crudo y el negro, se deja seducir por el rosa chicle, el rojo Valentino y el azul bebé.
Todo encaja, todo huele a fresco y a sutil feminidad. Sin embargo, el romanticismo en clave naïf puede acabar convirtiéndose en un lastre si no se aplica la osadía necesaria para mirar hacia delante.  Fuente: Cecilia Casero para Vogue.es
A continuacion imagenes de este desfile:

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