Nunca es tarde si la dicha es buena, el pasado 4 de Mayo los Consellers de la Generalitat, Vicent Soler y Rafael Climent, con motivo de la 2ª Conferencia del ciclo para impulsar la reflexión sobre las transformación del #ModelEconomic, insistieran en la necesidad de humanizar la empresa para poner en el centro a las personas y también para “democratizar” las estructuras impulsando la participación de los trabajadores en las mismas.
Inauguración 2ª Conferencia #ModelEconomic valenciá - Castellón
Seguramente lo hicieron con la sensatez de saber que estamos en plena sociedad de los conocimientos y estos los tienen las personas, lo cual tarde o temprano (al margen de coyunturas como la actual), deberá convertirse en el factor más importante de la competitividad empresarial, como por otra parte está demostrando el Modelo Vasco.
Aquellos que desde mediados de los noventa apostamos por avanzar en una gestión participativa como forma de mejorar la competitividad empresarial, hemos sufrido una prolongada travesía del desierto. Tuvimos que aparcar esta idea aunque aún conservamos el relato de experiencias del “Modelo Vasco de Transformación Empresarial, retando al futuro” de Alfonso Vázquez de finales de los noventa, la enriquecedora experiencia industrial participativa de las empresas vascas, como las "campeonas ocultas" comentadas, y otras experiencias como las encabezadas por Koldo Saratxaga con su nuevo estilo de relaciones. Por estas razones, no nos sorprende la innovadora y exitosa cultura empresarial del País Vasco, que también he comentado en otras ocasiones: aquí y aquí
#ModelEconomic valencià vs Modelo País Vasco
En paralelo, desde mediados de los noventa el tejido empresarial valenciano ha sufrido un retroceso continuo en gestión empresarial en la misma medida que la economía valenciana iba como un cohete no exento de especulación. Las consecuencias negativas las estamos sufriendo ahora con intensidad. Se fue abandonando el sector industrial en favor de la construcción ligada a la especulación inmobiliaria. Mientras esto pasaba en Valencia, el País Vasco avanzaba por una economía más industrial, más equilibrada y menos especulativa y con una creciente preocupación por mejorar la gestión empresarial sobre la base de construir confianza.
Los resultados son evidentes, actualmente el País Vasco tiene la mayor renta per capita de España, la menor tasa de desempleo y lo que es más importante, bajo mi punto de vista, una cultura empresarial que ha interiorizado prácticas participativas y colaborativas esenciales para ser más competitivos en la sociedad de los conocimientos, la digitalización y la globalización e internacionalización empresarial.Así pues, los valencianos tenemos que buscar nuestro propio camino, pero la trayectoria vasca, nos alumbra un camino para apostar por construir una Visión de Futuro, donde la transformación del #ModelEconomic valencià se apoye en innovaciones tecnológicas pero sin olvidar que su éxito requiere avanzar en climas de confianza con innovaciones organizativas de carácter participativo y colaborativo.
La Web 2.0 y sus potentes herramientas colaborativas que están en la base de la Digitalización es más una Actitud que una Tecnología y por lo tanto, el cambio de actitud es tan importante como el cambio tecnológico. Como dice Zig Ziglar, “your attitude, not your aptitude, will determine your altitude”.
Por ultimo, una pregunta ¿Cómo vamos a hacer frente a la creciente competitividad de los países emergentes con tecnologías semejantes y costes reducidos, si no es transformando el modelo de gestión, para crear espacios de confianza entre los stakeholders de la empresa?