Revista Cine
En el capítulo de esta semana de Modern Family, la familia más famosa de la televisión (con permiso de Los Simpson) tiene que lidiar con trolls de internet, una bicicleta y algunas mentiras piadosas. Ah, y estamos de enhorabuena: la serie ha sido renovada por una octava temporada. Puedes repasar lo que pasó en el episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
¿Mentiras?
Por una vez, Phil Dunphy no se mete en problema: los problemas le encuentran a él. Un encuentro fortuito en una cafetería con una clienta en potencia se convierte en un carrusel de mentiras. Porque la chica es simpática y guapa y negra, lo que en su quiniela de mujer perfecta es un acierto múltiple y perfecto. Claire sabe que ese es el tipo de su marido, así que Phil opta por la opción que –supuestamente- le ahorre más problemas: mentir. Le asegura a su esposa que su nueva clienta es todo lo contrario a lo que en realidad es. Y Angie se convierte así en un señor irlandés gordo que le cae fatal.
Pero no es el único en ese matrimonio que falta, un poco, a la verdad. La mujer se apunta a yoga con Gloria después de que ella insistiese: parece que el profesor (Ra) se acercaba demasiado a la colombiana, y ahí entraba Claire en el plan, como escudo. Todo lo contrario, el instructor se fija (y se acerca, muy cerca) a su nueva alumna, lo que por un lado consigue poner algo celosa a Gloria y por el otro reaviva el gusto de Claire por la relajación y los estiramientos. Aquello no pasa desapercibido por parte de Phil, aunque ante sus preguntas Claire reacciona maquillando también a Ra y asegurando que es viejo.
¿Al final? Todo se sabe. Angie descubre que la casa de enfrente de los Dunphy está en venta y Phil lo ha ocultado, aunque ella piensa que es porque es racista. Claire se entera también de quién y cómo es Angie en realidad y ambos terminan disculpándose por el malentendido con ella. Ra da un paso e invita a cenar a Claire, que recula y le confiesa que está casada. Pero tampoco le dura mucho la mentira a ella: Gloria le llama para hablar del tema, Claire iba conduciendo y Phil se entera de todo por el manos libres del coche.
Jay Talking
Resulta que, con todo el tiempo libre que tiene ahora, Jay ha iniciado un webcast donde contar lo que opina de todo. Vamos, que se ha hecho youtuber, y todo por idea de Manny, que en realidad lo único que necesitaba era otro objetivo a todos esos comentarios y quejas de su padre, otro objetivo que no fuese él. Todo va bien, hasta que aparece este troll que no deja de insultarle en cada video, metiéndose con él.
Con ayuda de algunos compañeros de su nieta Alex, consigue averiguar donde vive el individuo y se presenta en su casa. El señor resulta ser un viejo conocido, Earl, director de una empresa competidora en el sector de los armarios. Aunque Earl asegura que echa de menos su rivalidad y que deberían hacer videos juntos, por sus diferentes puntos de vista, al final resulta que opinan en casi todo igual.
Como aprender a montar en bicicleta
Por último tenemos la trama de Lily, que no sabe a montar en bicicleta, ni tiene ningún interés en hacerlo. Como siempre, sus padres tienen opiniones muy distintas al respecto: mientras Cam insta a su hija a probar y a perder el miedo a las dos ruedas, Mitchell es más condescendiente y asegura que no tiene que hacer nada que no quiera, por mucho que se sienta presionada.
Cam intenta hacer ver a su hija lo fácil y divertido que es, hasta que un corredor descamisado se cruza en su campo de visión y tiene un accidente en el que se rompe el brazo. Sin embargo, en vez de gritar de dolor, intenta disimular para que aquello no termine de asustar del todo a Lily.
Involuntariamente termina dentro de la bañera, y ahora Lily decide que no se bañará nunca más, que hasta te puedes romper un brazo parece ser. Al final, sin embargo, termina montando en bici, pero por su espíritu de rivalidad (que ya ha demostrado en otras ocasiones) cuando en el parque se encuentra a otras compañeras de clase en bicicleta.