Lo hemos visto hace dos días cuando el mercenario José Daniel Ferrer "denunciaba" que dos hospitales en Santiago de Cuba estaban colapsados. El desmentido llegó pronto del Noticiero de la Televisión Cubana y solo quedaron los ecos malignos de algunos trolls.
Hoy amanecemos con la " noticia" del envenenamiento de dos perros en Santa Clara. Tome nota de que en cualquier lugar del mundo hay seres indolentes que son capaces de asesinar a las mascotas, pero en Cuba es "el régimen".
De acusar al gobierno se encargan los medios pagados desde Estados Unidos ante el desconsuelo de Javier Larrea Formoso, un activista que defiende a los animales, cuando casualmente se está a las puertas de aprobar una ley de Bienestar Animal.
Larrea Formoso no sabe quién los envenenó según un video que subió a Facebook y replican 14yMedio, ADNCuba, CiberCuba, Diario de Cuba. RadioTVMartí y Diario de Las Américas, entre otros.
Estas huestes de delitos mediáticos han apoyado el asesinato de policías, la profanación de símbolos, a quienes pretendieron incendiar círculos infantiles y otras fechorías. Los autores han confesado que fueron pagados por sus acciones reprobables.
¿Podrán importar las mascotas de cualquier persona cuando verdaderos delincuentes se hacen pasar por activistas opositores, siempre pagados?
Torpe serían las autoridades cubanas si se dedicasen a causar pena a cualquier persona. Nunca fue la ética de la Revolución. Pero acusar al gobierno cubano forma parte del modus operandi de la contrarrevolución y los hechos lo prueban fehacientemente.