Revista Libros
Prudencio de Pereda.Molinos de viento en Brooklyn.Traducción de Ignacio Gómez Calvo.Epílogo de Jorge Ordaz.Hoja de Lata Editorial. Gijón, 2015.
Como muchos otros elementos de este libro, el título fue una aportación de mi abuela. Ella solía criticar al Abuelo por su falta de ojo para los negocios y su poco realismo, y una vez que estaba censurándolo delante de una amiga, la mujer protestó y salió en defensa de mi abuelo.-Don José es un hombre de una gran integridad –dijo-. Eso vale más, mucho más que tener ojo para los negocios. Él tiene ideales, como los grandes hombres de mundo. Es como Don Quijote, como un Don Quijote de verdad.-Sí -dijo la Abuela, con su tono frío y mordaz-. Un Don Quijote de verdad. Pero desgraciadamente para todos nosotros, no hay molinos de viento en Brooklyn.
Con ese texto, que explica el título y constituye la primera presentación del abuelo, un personaje fundamental en la novela, se abre Molinos de viento en Brooklyn, de Prudencio de Pereda, que publica Hoja de Lata Editorial con traducción de Ignacio Gómez Calvo y epílogo de Jorge Ordaz.
Con esta edición se rescata del olvido la obra y la figura de Prudencio de Pereda, un escritor que colaboró con Hemingway en los guiones de dos documentales sobre la Guerra Civil: Spain in Flames y Spanish Earth.
Nacido en 1912, hijo de emigrantes españoles en Brooklyn, esta fue su tercera novela. La publicó en inglés en 1960 y es una reconstrucción novelada de su infancia que no había sido traducida al español hasta ahora.
“El tono cercano y familiar, la mirada tierna y candorosa del narrador y el humor son tres de los componentes que hacen de esta obra una espléndida y deliciosa reminiscencia”, explica en su epílogo Jorge Ordaz, que impulsó el rescate de su autor en un reciente artículo -“Prudencio de Pereda, español de Brooklyn”- que ha servido de base para el texto que cierra el volumen,
El negocio –legal o ilegal- de los habanos o de los cigarros falsificados es la ocupación principal de su familia y de su entorno en la colonia española en Brooklyn: el abuelo, afable, pobre y triste; Agapito López, el más hábil e imaginativo de los traficantes de habanos falsos, el miembro más famoso de la colonia; una atractiva viuda con la que se inicia en la sexualidad; Manolín, el mejor bailarín español del mundo, y la abuela, que tiene un papel fundamental en el último capítulo, son los referentes de un proceso de formación del protagonista-narrador de una novela escrita con solvencia.
Una oportuna recuperación con la que Hoja de Lata sigue enriqueciendo su catálogo.
Santos Domínguez