Revista Cultura y Ocio

Mollet del Vallès

Por Alejandropumarino

Mollet del Vallès

La imagen recoge un pueblo catalán, Mollet del Vallès, que cuenta con unos cincuenta y tres mil habitantes. Su primer edil se ha subido el sueldo en seis mil euros al año, quinientos euros mensuales, para alcanzar la nada desdeñable cifra de sesenta y cinco mil euros al año, casi unos once millones de las antiguas pesetas o, lo que es lo mismo, casi un millón de pesetas mensuales. Los concejales percibirán cuarenta y cuatro mil euros anuales y los coordinadores de área, cincuenta y tres mil euros al año. Entre unos y otros suman, aproximadamente. la suma es de un millón ciento veintitrés mil euros en sueldos de ediles municipales, de cargos políticos, sin contar los administrativos y los técnicos, que resultan verdaderamente imprescindibles para la buena marcha del pueblo. Haciendo una sencilla división, a cada ciudadano de Mollet del Vallès, le toca rascarse el bolsillo en una cuantía de algo más de veinte euros al año, solamente para pagar los sueldos de los cargos políticos municipales, contando niños, jubilados, discapacitados y toda suerte de individuos censados en la localidad catalana. si descontásemos los pensionistas, chiquillos, parados y otros no contribuyentes, el sueldo de estos señores representaría unos cinco euros mensuales para cada uno de los componentes productivos de la sociedad, otros servicios aparte, por supuesto.

Se alcalde es una gran responsabilidad, pero está bien pagado, sobre todo si tenemos en cuenta que los emolumentos anteriores, no incluyen las dietas, el automóvil oficial, prebendas diversas y gastos de representación imprescindibles para que Mollet del Vallès ocupe el lugar preferente que merece en el seno de los municipios españoles o catalanes, que tanto me da.

La política es una profesión. Y, por cierto, extraordinariamente bien pagada. Además, no hace falta ni tener títulos, basta con “tener estudios”, en Derecho, por ejemplo, como Pepiño Blanco, número dos de un país durante varios años, propietario de una vivienda en la Ría de Arousa de legalidad adquirida dudosamente, que alcanzó tan preeminente posición por haberse paseado un par de semanas en la Facultad de Derecho. Para una oposición de auxiliar administrativo, se necesita bastante más.

Paradojas de la política.


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