Revista Cine

Molly´s game

Publicado el 07 enero 2018 por Spiderman @cineylibertad

Molly´s game

Todos recordamos a Aaron Sorkin por ser uno de los grandes guionistas del panorama  televisivo actual. Este hombre es el artífice de series potentísimas como El ala oeste de la Casa Blanca o Newsroom, que ha escrito interesantes libretos cinematográficos como  Algunos hombres buenos, La red social y, sobre todo, Moneyball  que trataba sobre el negocio del deporte que, aunque esa cinta pasase un poco desapercibida en España, el texto  y el mensaje puede hacerte pensar.

En esta ocasión, debuta como director, siendo también el guionista de una producción basada en hechos reales en la que se cuenta como una deportista de élite, tras un accidente en una competición, abandona su profesión para convertirse en una organizadora de partidas de póker clandestinas, lo que tendrá sus consecuencias.

Esta producción tiene todos los ingredientes para que el producto funcione a las mil maravillas, sustentado en un sólido guión al que no se le escapa un detalle, haciendo honor a las declaraciones del propio Sorkin en una entrevista en la que afirmaba que sus personajes son quijotescos. Decaen y fracasan constantemente pero aún así, tiene algo de romántico el perseguir objetivos honorables. Estos personajes  tienden a usar 10 palabras cuando una hubiera bastado. Dicen exactamente lo que significa en todos los diferentes tipos y maneras posibles. Por otra parte, tanto en el montaje como la dirección Sorkin parece todo un veterano, metiéndole un ritmo endiablado. Estas son las razones por las que queremos que este escritor/cineasta siga trabajando en su nueva faceta, ya que es todo un descubrimiento.

El otro ingrediente no es un secreto porque el reparto es excelente. La  camaleónica Jessica Chastain vuelve a demostrar por qué es una de las mejores actrices de Hollywood e Idris Elba, recordado por la serie Luther, controla totalmente a su personaje, transmitiendo transparencia y sinceridad por los cuatro costados, mientras que las  escasas, pero tremendas interpretaciones de Kevin Costner hacen el resto.

La evolución del personaje y como va madurando es otro de los aciertos del largometraje, pues su protagonista no está dispuesta a pasar ciertos límites y en ella se producen ciertos cuestionamientos éticos sobre si  para salvar su pellejo es necesario machacar, manchar o destrozar la vida personal o privada de estos jugadores de cartas.

Las apariciones estelares y puntuales de Kevin Costner como padre de la chica nos parecen merecedoras del Óscar , al igual que otras categorías, un personaje que, sin duda, es un elogio a la labor oculta de la paternidad que, con sus luces y sombras, busca lo mejor para sus hijos, donde el amor y la comprensión tienen la última palabra (publicado en Pantalla 90).


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