Revista Opinión

Mom burnout

Publicado el 21 noviembre 2019 por Carlosgu82

Mi día comenzo desde ayer, y gracias a Dios al parecer finalmente este episodio desaparece o tiene más horizonte del que podría esperar.
Mi cuerpo externo lo que mi mente y mis palabras no podían. Sufrí una crisis de ansiedad, la primera ocasión fue insoportable, a tal grado que rogaba por la inconsciencia pero eso traería consigo consecuencias más graves, por otro lado imploraba por qué terminará y en dado caso de que fuera un paro cardíaco aún no había dejado mis instrucciones a Jeny sobre lo que quisiera que se hiciera con mis hijos, no les había externado de manera oraol y directa a mis seres queridos que los amaba y noble había brindado a mi esposo toda la felicidad que me fuese posible. En conclusión era una lista que reflejaba una vez más mi autocontrol.
Uno de mis defectos es no tener un diagnóstico exacto de lo que pasa, en este caso mi malestar, qué era. Después de dos doctores en urgencias y un médico familiares, unas radiografías de pecho, y un electrocardiograma todo parece indicar que solo fue una crisis de ansiedad. Y erróneamente las menosprecio al decir que «solo fue eso» por el contrario, como con todos lo emocional, es lo más difícil de controlar y sanar, al menos en lo caso.
En un primer momento no aceptaba tal diagnóstico «joto», eso le pasa a la gente maricona que no aguanta nada. Negada totalmente.
Después de expresarle esto a Jenny, que no se exactamente qué papel desempeña más, si de hoy interior o de amiga, el punto es que me permitió ver qué era un asunto que tenía que aceptar y si estaba sucediendo es porque era real, tenía que hacer la incredulidad a un lado y verme como ese ser vulnerable que sufre, que no puede y está triste.
Quiero llegar a dónde puntos con esta reflexión, el primero es mi papel como mamá, Andrea está totalmente dividida, cuando recojo una parte la otra ya se me cayó y así paso los días, sin llevar el morral completo, por más que hago uso de listas según el orden de prioridad (primero las cosas más importantes) no funciona, llevándome principalmente a sentir insatisfecha con mi papel de mamá, desvalorizando el empeño, las ganas, el orden, el entusiasmo, la serenidad, LA PACIENCIA(siento q soy capaz de visualizar esa línea exageradamente delgada entre la cordura y la locura, la cual me ha llevado a demostrarme concretamente que mi poder de cambio existe), todas esas cualidades desarrollas por voluntad propia que le pongo día a día, señaló que no menciono el amor, porque eso es algo que mágicamente solito se da, y que sí no fuera.por ese mayúsculo detalle, todas las que somos mamás terminaríamos en el psiquiatra o haríamos combustión.
Por otra parte ligado al burnout está la necesidad de tener una pareja que sirva de soporte y apoyo. Ahora creo que son seres mágicos que Dios hizo sumamente despistados y ligeros para poder asumir ese papel. Cometí el error de guardarme muchas inquietudes por no saturar a mi esposo con mis problemas, pero es mi pareja y debo creer más en él. Dos es un ser maravilloso que elegí por varias virtudes y una de ellas es la protección y el cuidado que me brinda, en ese caso es una persona que tiene ideas buenas para que yo pueda estar bien, su criterio no está tan lejos de lo que busco y lo que me orilla a buscar estos episodios de crisis: la tranquilidad.
Soy madre, para ello un hombre lo hizo posible, sea como sea que haya Sido, gracias a Dios está en mí vida.

Soy mamá y está bien.
Soy humana y está bien.
No soy una heroína.
Soy Andrea y está bien.


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