Entre papeles encontré un texto de César Manrique, de 1985, titulado Momento de Parar. Tantos años después sigue teniendo vigencia y, por eso, aquí les dejo un extracto de las palabras del artista lanzaroteño sobre su isla natal y el desarrollo urbanístico y paisajístico. Más que nunca, tal como la crisis nos ha demostrado, es momento de parar.
“Lo que realmente no se puede creer es que, después de haberse conseguido en la isla de Lanzarote el milagro de la unidad armónica, y de ese nuevo concepto Naturaleza-Arte, no se haya comprendido en absoluto, y sin la más mínima visión de futuro, lo que podría haber sido su brillante porvenir. De haberlo entendido, podríamos haber dado un ejemplo a nivel mundial, con orgullo y una riqueza permanente, y no se daría el suicido que estamos provocando, por un torpe egoísmo sin límites. Lo verdaderamente dramático es que, después de los esfuerzos y trabajos realizados con un desbordante entusiasmo de amor y entendimiento de la enorme belleza escondida y sin catalogar de nuestra vulconología, para elevarla al más alto nivel, surjan ahora una serie de personajes con el sólo propósito de explotar ese prestigio conseguido por nuestro pueblo, sin importarles en absoluto la ruina de la isla, exterminando, en el más mínimo tiempo, el legado de centenares de milenios de evolución vulcanológica y geológica.
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